El Aconcagua tendrá que esperar para Fernanda Maciel. Su tentativa del pasado viernes acabó de forma muy triste para la brasileña, ya que se tuvo que retirar a 6.000 metros de altitud al sufrir fuertes dolores en el pecho y la garganta, fruto de un principio de edema pulmonar que dejó realmente tocada a Fernanda.
Maciel salía a las 8 de la mañana, hora española, desde Horcones, para intentar ser la primera mujer que registraba un récord de velocidad de ascenso y descenso al techo de América. Las primeras horas fueron bien, e incluso Maciel reconocía que “llegué a los 6.000 metros a buen ritmo, tras 7-8 horas de esfuerzo”.
Pero lo cierto es que, por entonces, Maciel ya sufría los problemas derivados de ese principio de edema pulmonar; “me sentía debilitada por el dolor en la garganta y los pulmones, sobre todo por causa de los fuertes vientos, de hasta 55 kilómetros por hora, y del frío, que llegó a 20 grados bajo cero” reconocía la carioca.
Los problemas ya venían de la anterior expedición de varios días que realizó con el objetivo de ir aclimatando a gran altitud para estar preparada el día de tentativa de récord. “llegúe con la garganta dolorida de la última expedición. Las montañas tan altas son extenuantes. Pero el viernes era el día para intentarlo, porque tuvimos la mejor meteorología hasta la fecha. Así que lo intenté y lo di todo” relataba Maciel.
Una vez regresó tras abandonar su primera y, a la postre, única tentativa, fue examinada por un equipo médico que recomendó a Fernanda dejar el reto para el futuro próximo, pero no para esta expedición. “el equipo médico me examinó de regreso al Campo Base (4.300m) y me dijeron que tendría que ser evacuada en helicóptero debido a mis síntomas, ya que quedarme allí hubiera sido peor para mi salud” apuntaba Fernanda.
“Sabía que si me evacuaban no podría hacer más tentativas de récord, por lo que no podía más que estar triste, porque sólo quería otra oportunidad a los dos días, pero mi salud es todo lo que tengo, lo que más valoro en esta vida y había sufrido mucho en ese primer intento de récord” decía la brasileña una vez evacuada.
A pesar de estos problemas, Maciel ya está recuperándose en los alrededores del gigante andino; “los últimos días he estado en Penitentes (2.600m) y me encuentro bien. Al final no he llegado a la cima, pero mi evolución y la experiencia de aprendizaje ha sido la mayor de mi vida. Mi sueño continúa y, si no fue el otro día, lo conseguiré en el futuro cercano. No podemos dejar de soñar” apuntaba Fernanda.
Un récord que tendrá que esperar
Tras las experiencias de Emelie Forsberg y Fernanda Maciel, se está revelando que el Aconcagua no es un reto tan asequible como muchos esperaban. Lo cierto es que Emelie Forsberg tuvo que abandonar por el tiempo el mismo día que Kilian Jornet, pero no lo intentó de nuevo, al verse sin motivación.
Y es que, desde Horcones hasta la cima y regreso a Horcones, supone realizar un trazado de alta montaña, de unos 60 kilómetros, 4.000 metros de desnivel positivo y otros tantos de desnivel negativo, en el que la principal adversidad se encuentra en el último tramo, en el que la altitud produce efectos muy fuertes en el cuerpo, que ya dejaron fuera de juego en su día a Luis Alberto Hernando.
Eso sí, lo cierto es que la montaña andina se ha convertido en un escenario que podría ser histórico, dado que todavía ninguna mujer ha realizado esta ruta completa, por lo que podríamos ver más tentativas, además de los sendos regresos de Forsberg y Maciel, que ya han reconocido que volver al Aconcagua entra dentro de sus planes futuros.

5 comentarios
Jóvenes,guapos/as y rapidos/as…pero a veces la realidad os supera. El enemigo invisible(la altitud) de la alta montaña golpea con más fuerza que el hombre del mazo del ciclismo. Sosiego y alfajores para todos
Pues sí, buen comentario. Someter el cuerpo a grandes esfuerzos en altitud incrementa las posibilidades de tener un edema.
¡¡Buen comentario Amarilla!! Mejor no se puede explicar…
Bienvenida a la montaña…
Está intentando el récord absoluto o el récord femenino?