Eran las 5 de la mañana y el ambiente era perfecto para afrontar los 5 kilómetros de la primera subida al Monumento Watson (2.650 m). “Estaba bastante estresado por el desafío que me esperaba. Las temperaturas anunciadas, por encima de los 40° C, francamente me espantaban, al igual que el recuerdo de las sensaciones vividas 2 años atrás”, explica en las redes sociales el galo que en aquellos inicios veía como el objetivo prioritario sería “llegar a la meta con cuidado, sin correr demasiados riesgos”.
Tras ir unos kilómetros con Walmsley y Erik Clavery en cabeza, el estadounidense empieza a abrir distancia. El guión previsto se estaba cumpliendo y el ganador del último UTMB intentaría controlar las diferencias desde atrás. “Tomé mi propio ritmo desde el km 40. La carrera podía ser muy caliente y larga, y no quería reproducir los errores del pasado. Hasta Foresthill intento no agotarme, corro serenamente poniendo atención en refrescarme, alimentarme e hidratarme bien”.
Y llegó Foresthill (km 100), punto donde empieza la partida de verdad y a partir del cual la organización deja que los corredores vayan acompañados. El pacer de D’Haene no es otro que Ryan Sandes, ganador de la última edición, un compañero perfecto para remontar los 28 minutos que en ese punto le separan de Walmsley. “Para mi gran asombro, las diferencias siguen estando bastante apretadas. Cada uno está cuidado de sí mismo. […] Nos quedan 60 km, una parte mucho más rodadora en la que es obligatorio correr todo el rato si no quieres perder demasiado tiempo”.
Son ya las 14:00 horas y el sol hace tiempo que se convirtió en el gran enemigo. De hecho, las preocupaciones del flamante vencedor del UTMB 2018 pasan más por no derretirse que por asaltar el liderato. “El objetivo en ese punto no era llenar los 30 o 40 minutos de retraso con la cabeza de carrera. Al contrario, a menos que esté en un gran día (y así fue para Jim), el ritmo estaba por debajo del récord de la carrera”.
Solo queda encarar la carrera de manera más inteligente, “estar seguro de terminar, controlar el puesto y las diferencias con los perseguidores y asumir que se puede escapar la victoria”. Incluso con esta estrategia, el final muy duro para él.
“Podría haber intentado terminar más cerca de Jim, remontar un poco y meterle presión, pero él ni se habría enterado. ¿No era arriesgarse demasiado? Creo que este día él estuvo en el top sobre un terreno que le va perfectamente. Hizo una gran carrera y bien merecía esta hermosa victoria. Estoy sinceramente muy feliz por él, que finalmente realizó la carrera que llevaba tiempo codiciando. Estoy muy satisfecho con esta segunda posición. Viví una bella aventura y la he cerrado de manera óptima”.
- Etiquetas: François D'Haene, western states
1 comentario
Creo que otro corredor se ha proclamado también campeón de mundo Over48 es de Cantabria y ni una sola mención……