Hace unos meses, allá por marzo, parecía que sería cuando Anton Krupicka iba a volver a ponerse un dorsal y competir. Era la Tarawera Ultra, en Nueva Zelanda, pero finalmente decidió no tomar partida. La reaparición del atleta de Nebraska se retrasaba hasta al menos el mes de mayo.
Nada menos que España parecía ser el lugar donde, por fin, se pudiera volver a ver a una de las figuras más icónicas del trail running americano. En apenas una semana le esperaban la Transvulcania y la Zegama-Aizkorri, dos de los platos fuertes de las carreras por montaña en España.
Pero tampoco pudo ser. Krupicka sí que estuvo en España, pero como un mero espectador, apoyando a la numerosa delegación de trailrunneros americanos que se desplazaron a España. Otra vez nos quedábamos sin ver al de Nebraska dándolo todo en una competición de media o larga distancia.
Todo esto lo hacía por precaución, ya que no estaba al 100% y, según él, era algo que ya había sufrido en una ocasión anterior: estar casi al 100%, salir fuerte y recaer de un problema con el que lleva atascado ya más de un año, un año en el que se le echa de menos. Y mucho. Además, en el horizonte estaba su gran objetivo de la temporada para el estadounidense, la HardRock 100, considerada la prueba más dura de los Estados Unidos.
La HardRock 100 se disputa este fin de semana, pero tampoco podrá contar con la presencia entre los participantes de “The Prophet”. Krupricka ha apuntado que “aún siento molestias en un cartílago de la pierna, algo que me hace no participar en la prueba. Este problema puede echar por tierra todo el trabajo de recuperación si tiro demasiado fuerte”.
Por su carga de entrenamientos, que publica semanalmente en su blog personal, nada parecía indicar que el americano se iba a perder una de las grandes fechas del calendario yankee. él mismo reconoce que “estoy muy en forma, al menos tan en forma como otras veces que he competido en la propia HardRock. Desde el Memorial Day – finales de mayo- he subido 55 picos de al menos 14.000 pies (4.267m) y he acumulado un desnivel positivo acumulado de más de 70.000 metros”.
La filosofía de Krupicka está clara, así que, a pesar de no poder verle correr con un dorsal de nuevo, él mismo asegura que “tengo muchas cosas planeadas para la segunda mitad de este año, gran cantidad de aventuras que no me quiero perder por el hecho de ser un poco codicioso y volver a caer en una lesión”.
Pero esto no quiere decir que no vaya a estar en la localidad de San Juan, lugar que sirve de salida para la HardRock, y es que Anton estará presente y realizará algunos kilómetros como liebre, es decir, marcando el ritmo para otros corredores en competición, algo que no le impide “tener ya los dedos cruzados para salir elegido en la lotería del año que viene”. ¡Mucha suerte, Mr. Krupicka!
Fuente: http://blog.ultimatedirection.com