El último fin de semana de septiembre era la fecha señalada para que se disputara la penúltima prueba de la tercera edición del Ultra Trail World Tour, el Ultra Trail Mount Fuji, en Japón, que debía servir para que algunos candidatos trataran de arañar puntos de cara a la última prueba del calendario del circuito mundial.
Pero la climatología tenía otros planes y las fuertes lluvias obligaron a la organización a que la prueba reina, de 170 kilómetros, se quedara en apenas 45 kilómetros, muy descafeinada, pero una decisión que se antojaba necesaria para proteger la seguridad de los participantes.
Así, la organización del Ultra Trail World Tour decidió, ante este severo recorte, que la prueba no sea puntuable para el circuito mundial, de forma que ninguno de los participantes logrará sumar puntos en la carrera japonesa, lo que deja prácticamente sentenciadas las clasificaciones finales a falta de la última prueba.
La carrera la vencieron el estadounidense Dylan Bowman en hombres, con Xavier Thevenard segundo y Tomonori Onitsuka tercero; en mujeres, Fernanda Maciel se llevó la victoria, escoltada por las atletas locales Yuko Kamoi y Kaori Niwa.
En categoría femenina, la francesa Caroline Chaverot es todavía más favorita si cabe para llevarse el título mundial, ya que suma 655 puntos, mientras que la suiza Andrea Huser cuenta con 632 puntos. La tercera en discordia, pero todavía con posibilidades, está la española Uxua Fraile, que suma 591 puntos.
La gran perjudicada de esta decisión ha sido la brasileña Fernanda Maciel, que contaba con la posibilidad de colarse en las primeras posiciones en el caso de conseguir un buen resultado en el país nipón, y que ahora se queda prácticamente sin opciones con sus 338 puntos.
En categoría masculina, todo apunta a una victoria del lituano Gediminas Grinius, que marcha líder del circuito con 665 puntos y que es el actual subcampeón de la competición. Por detrás, Pau Capell es segundo, con 605 puntos y con el podio final prácticamente asegurado.
Pero al acecho se encuentran dos corredores peligrosos; el el caso de Didrik Hermanssen y Andy Symonds, que podrían dar la vuelta a la tortilla, ya que sólo han corrido dos carreras y, al puntuar los tres mejores resultados, tienen todavía mucho margen de mejora en el caso de que decidan correr la Diagonale des Fous.
Así las cosas, y aunque todo parezca decidido para Caroline Chaverot y Gediminas Grinius, la Diagonae des Fous nos ofrecerá la emoción final del prestigioso circuito mundial de ultras, que en su tercera edición está teniendo algo menos de emoción, pero sí que ha subido un par de escalones su nivel competitivo.
La prueba africana, una de las más duras del calendario del Ultra Trail World Tour, espera a celebrarse en unas tres semanas, con su circuito de 170 kilómetros y 9.000 metros de desnivel positivo, con el aliciente de un tiempo cambiante, una alta temperatura y unos niveles de humedad que siempre complican la prueba a todos los corredores.
