El pasado fin de semana el de Flagstaff (Arizona) se impuso en la Speedgoat 50k, una carrera alrededor del Snowbird Ski Resort (Utah) con unos 3.500 m de ascenso por terreno técnico y a gran altitud. Jim Walmsley, que en 2014 había sido el 28º, finalizó en 5 horas y 4 minutos, por delante de Tim Tollefson y Dylan Bowman, y batió el récord de la prueba, bajando en 8 minutos el tiempo marcado ese mismo año por Sage Canaday.
Y no fue el único récord que batió en julio. Una semana antes había hecho lo propio en la Kendall Mountain Run de Colorado, una explosiva carrera de 12 millas (unos 20 kilómetros) con 1.200 m de ascenso. El estadounidense cerraba el crono en 1 horas y 31 minutos, tres por debajo del mejor tiempo histórico de la prueba en poder de Joe Grey desde 2014.
Bien es cierto que estas distancias en nada se parecen a los 171 kilómetros y 10.000 metros positivos del UTMB y que en su último intento a la emblemática distancia de las 100 millas salió escaldado. Fue en la última Western States, a finales de junio, allí salió a ritmo de récord pero fue víctima de su propio esfuerzo (y de las altas temperaturas) y acabó desfondado y retirado.
Con estos antecedentes, a los que hay que sumar sus victorias en primavera en la Gorge Waterfalls 100k, en la Alto Sil, en la Tarawera Ultras 102k, Jim Walmsley aguarda ya la principal carrera de Europa en la que podrá, por fin, medirse a gran parte de los mejores corredores del mundo. Kilian Jornet, Luis Alberto Hernando, François D’Haene Xavier Thévenard o Sage Canaday también le están esperando.
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1 comentario
A mi es que estos meteóricos ascensos a ganar competiciones y batir records me causan mucha sospecha…será que ya hemos salido escaldados de otros deportes más profesionales, pero algo me huele aqui …y si sigues sus entrenamientos en Strava más aún