Es verdad que el ser humano necesita tener una motivación personal para levantarse cada día y luchar por aquello que desea, pero debe ser bastante más difícil hacerlo solo. Es por eso que valorar a las personas que nos quieren acompañar en este camino es lo más importante.
En mi caso, en el mundo del ultratrail, mi pareja y familia son vitales para hacer frente a mis retos. Me gusta empezar por el final, así que os contaré que cuando me recuperaba hace 5 años de mi lesión de cruzado y menisco (lesión producida jugando a futbol sala), tuve siempre el apoyo de los míos para superar esos duros momentos, así que volver a estar bien fue más sencillo. Desde ese día me persigue mi frase: “Lucha por lo que quieres y quiere lo que tienes”.
Es tan importante plantearse un objetivo como estar bien contigo mismo para poder entrenar al 100%. Y si tu entorno es sano, tu interior está protegido; esa es la clave. En los ultratrails sufrimos en muchos tramos del recorrido y os aseguro que no hay nadie mejor que los tuyos para reanimarte. Es muy fácil caer en pensamientos negativos cuando tu cuerpo no puede más y está cansado, y refugiarte en la familia es la mejor solución para levantar cabeza. Que alguien te pueda dar una palmada en la espalda cuando vas cansado te llena de energía para poder seguir con ese objetivo que te marcaste inicialmente, por lo que la meta se vuelve más accesible si vas acompañado.
Tenemos suerte de contar con los nuestros para que nos acompañen a cumplir los sueños, así que hemos de dejarnos ayudar para ser más fuertes. Este año, en el UTMB-Ultra Trail du Montblanc, en el equipo de asistencia eran 15 personas y todos ellos formaban parte de mi familia. ¿Os podéis imaginar la fuerza que tenía para correr cada kilómetro? ¡Era imposible detenerse! Es gracias a ellos que me encanta este deporte ya que, aunque parezca que sea un deporte individual, realmente es un deporte de equipo. Y, además, el final de cada carrera se saborea mejor más en familia.
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