Tras repasar el origen, el material necesario y los beneficios del rollerski, así como una pequeña pauta de iniciación, vamos ahora a conocer las tres formas de impulso y deslizamiento que hace que la actividad ofrezca múltiples ventajas aplicables a otras disciplinas como el esquí de montaña, el trail o el triatlón de invierno.
El paso alterno
Es la técnica principal y característico del estilo clásico, desarrollando impulsos coordinados de brazos (bastones) y piernas con cambio de peso hacia el lado que deslizamos de manera alterna.
Los principales aspectos que nos aporta son el equilibrio y la coordinación, aparte del trabajo muscular y propioceptivo de la articulación del tobillo y el pie.
El impulso simultáneo o doble bastón
Es el paso principal mientras el terreno y la velocidad de desplazamiento lo permiten. La clavada simultanea de los bastones ayudados por la flexión del tronco, manteniendo las piernas paralelas y ligeramente flexionadas, produce una gran fuerza hacia atrás que nos propulsa hacia delante, en el sentido de la marcha.
Los principales beneficios que desarrollamos se reflejan en los brazos, tronco y core. También activamos las cadenas laterales al mantener los rollerskis paralelos y alineados al deslizar.
El impulso simultáneo con un paso
Este paso combina la doble clavada del bastón con un impulso de pierna alternativo en la fase de recuperación de los bastones. Reúne los principales provechos de los otros dos tipos de impulso, al ser una combinación coordinada de los mismos: equilibrio, coordinación, brazos, tronco, core y activación de las cadenas laterales.
El entrenamiento cruzado perfecto
El rollerski es una actividad muy productiva como entrenamiento cruzado por su bajo impacto a nivel articular y por tanto podemos acumular un alto volumen de trabajo teniendo beneficios a nivel neuro-muscular, con un gran gasto calórico por todas las cadenas musculares involucradas, mejorando nuestro sistema cardio-vascular, tonificando el tren superior, conciencia clara sobre la activación del core y la zona lumbo pélvica, propiocepción de la articulación del tobillo y apoyo de medio pie para realizar correctamente el impulso de metatarsos.
En definitiva, y por experiencia propia, al ser una actividad con un alto componente técnico es aconsejable realizar un curso de iniciación donde podamos conocer el material y las nociones básicas para minimizar los riesgos que conlleva la actividad desde el principio. Las personas que decidan practicar este deporte tienen que tener en cuenta que se necesita un nivel de equilibrio mínimo para poder obtener el mayor beneficio, algo que requiere unas horas de práctica y calentamiento antes de comenzar a rodar. Hay que agradecer a Fernando Pérez Cabrero, como buen conocedor y practicante del rollerski, la labor que realiza desde hace unos años con Mundo Nórdico FPK, promocionando esta actividad por toda España, asistiendo a las competiciones e impartiendo cursos de iniciación, trabajando esquiadores de fondo, esquiadores de montaña, corredores de montaña y triatletas.
Como resumen, con el rollerski se pueden desarrollar por tanto bien las habilidades de un esquiador y de un corredor de montaña: fuerza, velocidad, resistencia y técnica. Es comprensible que se necesite práctica para lograr un alto nivel de habilidad y hay pasos que los principiantes deben seguir cuando comienzan para garantizar su seguridad y un éxito a largo plazo con esta actividad, ya que cada vez tiene más adeptos y que se está consolidando como una alternativa más para hacer deportes de invierno.
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