Correr por montaña está de moda; hacerlo durante decenas de kilómetros lo está aún más. Los ultras es la categoría que más tirón tiene dentro del trail running, pero esta afición tiene muchas consecuencias en nuestros cuerpos.
Correr tantas horas supone un desgaste tremendo, pero pocos corredores entienden qué es lo que le ocurre realmente a nuestro cuerpo cuando decidimos aventurarnos a completar un ultra trail que nos obliga a correr durante horas o incluso días.
Piernas
Si hay una parte que sufre con los ultras, esas son nuestras piernas. No hay nada que hacer, ya que el dolor aparecerá tarde o temprano. Esto viene por el desgaste muscular, por lo que para paliarlo sólo se puede hacer mediante entrenamiento y una buena alimentación: fortalecer los músculos (ejercicios de fuerza, cuestas, series…) y darles proteína e hidratos que necesita para recuperarse después de cada entrenamiento.
Pies
Si las piernas sufren, los pies lo hacen todavía más. Además de ser el punto de apoyo de nuestro cuerpo, suelen estar mojados, sucios y doloridos. Esto se traduce en heridas, ampollas, rozaduras, etc… Para paliarlas, lo mejor es prevenir y cuidar nuestros pies con un buen material (zapatillas y calcetines).
Durante la carrera, debemos utilizar crema, calcetines de dedos si solemos tener ampollas entre los dedos, y llevar un par extra para ponernos tras limpiar y secar bien los pies. Incluso podemos aprovechar el servicio de transporte de bolsas y utilizar un calzado nuevo en la segunda parte de la carrera.
Si aparecen ampollas, lo mejor es pincharlas con una aguja esterilizada, vaciar su líquido, limpiar bien la zona y cubrirla con un apósito o una tirita que evite que siga rozando con la zapatilla.
Cerebro
El cerebro es uno de los órganos más sensibles y durante un ultra sufre ciertas consecuencias negativas. Una de las más comunes suele ser las alucinaciones o las fantasías, las cuales se dan debido a la gran fatiga que acumulamos, de ahí que sean más comunes cuando ya llevamos mucho tiempo en carrera.
Para tratar de evitarlas, lo ideal es entrenar en condiciones similares a las de la carrera, como correr en horas nocturnas, cuando la falta de luz y el cansancio se alían para hacerte sentir o ver cosas que realmente no están ahí.
Otro peligro para el cerebro son las altas temperaturas, a las que es muy sensible; normalmente, la sensación de incomodidad será suficiente para bajar el ritmo y con ello la temperatura, pero si el calor es sofocante, moja tu gorra asiduamente o utiliza toallas mojadas en los avituallamientos.
Ojos
No es muy común, pero en ocasiones la pérdida de visión puede ocurrir durante un ultra trail; no suele ser dolorosa, pero es más común hacia el final de los ultras, sobre todo en personas que se hayan sometido a cirugías para corregir fallos en su visión. El aspecto positivo es que este problema suele solucionarse solo tras varias horas de descanso.
Por ello, la recomendación es usar siempre gafas de sol, a sr posible con un sistema fotosensible por el cual las propias gafas se oscurecen en función de la canidad de luz, de forma que hasta en días con menos luz es posible llevarlas sin perder visión.
Corazón
Durante un ultra, el corazón pasa por diferentes etapas, pero nunca suele ir a un mismo ritmo cardiaco. Dependiendo del nivel de esfuerzo, este subirá o bajará. Si sube el ritmo caridaco, significa que tu cuerpo cada vez manda menos sangre en cada latido, por lo que aumenta su velocidad para que siga llegando la misma cantidad de sangre a tus músculos.

Si el ritmo cardiaco desciende, suele ser por un descenso de la velocidad a la que corremos, lo cual viene dado por la fatiga del sistema muscular que ya no demanda la misma cantidad de sangre a nuestro corazón.
En casos extremos, pero no tan extraños, algunos corredores experimentan mareos o incluso pérdidas de consciencia derivadas del Síndrome del Colapso. Este se da cuando baja nuestro ritmo cardiaco, unido a deshidrataciones que hacen que haya una bajón en la presión sanguínea. Ante la más mínima señal de mareo, debemos sentarnos y esperar a que desaparezca.
Estómago
Los problemas estomacales son la principal causa de abandono en un ultra trail (un 60% de los corredores experimentan náuseas durante un ultra); estos suelen ocurrir cuando el flujo sanguínea que debe irrigar el sistema digestivo se reduce, ya que hay otras partes del cuerpo que demandan esa sangre, que acaba llegando a los músculos. Además, hay que tener en cuenta que el sistema digestivo se estresa mucho debido a los fuertes movimientos a los que está expuesto en cada zancada.
El nombre del problema es la Endotoximea, que ocurre cuando ciertas moléculas del tracto digestivo pasan a nuestra sangre. Por ello, la mejor forma de evitar estos problemas es hacer hincapié en tu estrategia de alimentación durante los entrenamientos. Y si durante una carrera llegan los vómitos o diarrea, debes seguir comiendo y bebiendo para reemplazar lo perdido lo más rápido posible.
Riñones
Los riñones están expuestos, ya que tiene que trabajar más, y presentan valores anómalos que se acaban recuperando unas horas después de finalizar la carrera, aunque hay casos extremos que conducen a la Rhabdomyolysis, que se da cuando los riñonos se saturan de las partículas que se pierden de nuestros músculos por el daño que sufren.
Fuente: Outside