La creciente popularidad del trail running en los últimos años es indiscutible. Un deporte para el que, en principio, no se necesita más que unas zapatillas y ropa cómoda para su práctica. Pero, como siempre, los detalles pueden marcar la diferencia. Y no, no nos referimos al material. En este tomaremos especial atención a un factor desconocido que puede afectarte mucho más como corredor: la propiocepción.
En innumerables ocasiones hemos hablado de la importancia que tiene en el trail compaginar las cargas de entrenamiento con la fuerza y, dentro de ella, es más que recomendable trabajar la propiocepción.
En términos más simples, la propiocepción es la capacidad que tiene nuestro cuerpo para entender dónde se encuentra. Mientras que, en términos más científicos, tal y como se cita en ‘ The Psychology of Learning and Motivation: Volumne58’ , se trata del “sentido a través del cual percibimos la posición y el movimiento de nuestro cuerpo, incluido nuestro sentido del equilibrio, que depende de la noción de fuerza”. Así pues, es lo que nos permite realizar tareas físicas sin la necesidad de estar pensando de manera constante en cómo hay que posicionar nuestros pies durante un descenso rocoso.
Pero, ¿cómo afecta la propiocepción a los corredores?
Aunque exista una dedicación intensa, un programa de entrenamiento riguroso o un talento natural innato, una lesión nos puede dejar fuera de juego. Así pues, la propiocepción es una herramienta de la que dispone un corredor para permanecer lo más alejado posible de este temido problema o recuperarse de manera más rápida y correcta de ellas.
Cuando la propiocepción de nuestras articulaciones es buena, la capacidad de respuesta frente a terrenos irregulares es mucho mayor. De hecho, un estudio realizado por ‘The American Jorunal of Sports Medicine’, encontró un programa de entrenamiento del equilibrio que estaba destinado a aumentar este factor con la intención de reducir los esguinces de tobillo en atletas.
¿Cómo puedes mejorar tu propiocepción?
Hay infinidad de ejercicios que puedes agregar a tu rutina para mejorar la propiocepción. Las tablas de equilibrio, las pelotas de bosu y los estiramientos de yoga pueden ayudar a los corredores a desafiar y fortalecer su equilibrio mientras aumentan la fuerza y la estabilidad.
Además, otra forma eficaz de mejorar la propiocepción es estimular los receptores sensoriales que se encargan de ello.
- Etiquetas: propiocepción