En unas semanas el invierno ya estará en nuestro país; aunque eso será de forma oficial, lo cierto es que las temperaturas ya han sufrido grandes bajones y ya han caído las primeras nevadas. Por ello, muchos corredores de montaña no tienen la opción de salir a correr, bien porque no pueden o bien porque no se ven capacitados para hacerlo en tales condiciones.
Pero eso no supone ningún problema, ya que en época invernal podemos tirar de otras actividades que, además, nos pueden ayudar a darle un más que necesario respiro a nuestras articulaciones y músculos, pero que permitirán que nuestro estado de forma no caiga en picado, permitiéndonos volver a correr en cuanto podamos o queramos.
Por ello, os presentamos las mejores opciones que un corredor de montaña tiene como entrenamiento cruzado en invierno:
Esquí de Montaña
Una de las grandes estrellas del entrenamiento cruzado para trail runners. La lista de corredores que en invierno se calzan los esquís es muy larga, con atletas como Kilian Jornet, Mireia Miró, Miguel Caballero, Luis Alberto Hernando o Marc Pinsach.
Este último apunta que “el esquí te pone muy en forma. Es un deporte que se practica a mucha altitud, llevas peso en los pies (botas, esquís fijaciones) y el movimiento de las subidas es muy parecido al correr. A parte, las carreras de esquí son más cortas que las de trail, con lo cual coges muchas chispa y potencia para subidas”.
“Un factor también a tener en cuenta es que el esquí te permite hacer muchas horas en montaña, en altitud, en un esfuerzo fisiológico y un movimiento muscular muy parecidos a los del trail ahorrándonos muchas lesiones. En este sentido el esquí de montaña (a menos que sufras una caída) respeta mucho mejor el cuerpo que el trail, un deporte de mucho desgaste a nivel articular y muscular” finaliza Pinsach.
Nordic Walking o Marcha Nórdica
Podríamos decir que la marcha nórdica es una especie de senderismo que se practica con bastones y que se hace a ritmos elevados. Ahí está la principal diferencia, porque los ritmos de esta disciplina permiten realizar un buen trabajo aeróbico, además de que te permite disfrutar del entorno de la montaña, siendo además más sencillo hacerlo en compañía. Otra ventaja es que con un par de bastones, ya tienes todo lo que necesitas para practicar este deporte.
Raquetas de Nieve
Cuando la nieve invade las rutas de montaña, las raquetas son una opción fantástica para seguir entrenando. El desgaste dependerá del ritmo que impongamos, e incluso con un buen dominio técnico de las raquetas, podremos llegar a correr con ellas. Es una opción fantástica para salir en grupo y realizar rutas entre refugios.
Esta disciplina nos permite seguir ejercitando los mismos grupos musculares que al correr por montaña, pero de una forma menos intensa y, por tanto, menos dañina para nuestro tren inferior, aunque el desgaste muscular puede ser severo, dado que la nieve suele lastrar cada paso. Además, es un material más asequible que el del esquí o el de la bicicleta de montaña.

Bicicleta de Montaña
En muchos lugares, la lluvia o el viento hacen complicado seguir disfrutando de la bicicleta de carretera. Si vives en uno de esos sitios, la bicicleta de montaña puede ser tu gran aliada. Y es que en condiciones húmedas, siempre será más seguro salir por la montaña, donde no hay tráfico rodado.
También hay que tener en cuenta que se más sencillo salir en grupo cada fin de semana, ya que todo club organiza este tipo de actividades. Físicamente hablando, ayuda con tu resistencia y con tu potencia muscular en el tren inferior, dado que se afrontan subidas más explosivas que en la carretera.
Montañismo
La opción más clásica de todas: salir a hacer una cumbre. En invierno es imprescindible salir con alguien, para extremar preacauciones. Estas salidas, de varias horas, te ayudarán con la resistencia y, además, avanzarás a nivel técnico, dado que las cumbres de varios miles de metros de altitud exigen mejorar ciertos aspectos técnicos. Eso sí, siempre elige rutas a tu alcance.
Deportes Indoor
Por supuesto, si eres de los que en invierno prefiere quedarse de puertas para adentro, también tienes opciones. Desde la natación, que te ayudará a mejorar aeróbicamente y a tonificar tu tren superior, al spinning, la cinta de correr o el gimnasio, que te mantendrán en forma durante los meses más fríos.