Llega el final de la temporada de competición; las condiciones meteorológicas invitan a realizar otras actividades físicas que nos permitan no sufrir las inclemencias del tiempo cada día. Asimismo, en periodos de menos competición, como entre dos temporadas, dedicarse a otras disciplinas nos puede aportar muchos beneficios no sólo asociados a dejar de correr tanto, sino a otros aspectos positivos que nos ayudarán en la temporada que comenzaremos en unos meses.
Piscina
Los meses más fríos son perfectos para echarnos a la piscina. Además de disfrutar del deporte en interior, la piscina nos puede otorgar muchos beneficios para este tiempo entre dos temporadas.
Uno de ellos es que nos va a permitir seguir trabajando el apartado aeróbico, por lo que no sufriremos mucha pérdida de nivel en este sentido. Asimismo, estaremos trabajando la fuerza muscular de todo el cuerpo, pero sin forzar las articulaciones, por lo que es perfecto para seguir trabajando sin peligro de lesionarnos o de entorpecer nuestra recuperación de las pequeñas molestias que nos ha dejado toda una temporada corriendo.
Esquí de Montaña
Quizá la especialidad favorita para los meses de invierno de los corredores profesionales. Sus beneficios es que no dejas de disfrutar del entorno de montaña, que cambia completamente. Asimismo, el trabajo que se realiza en el esquí de montaña es el más similar que podemos encontrar a correr por la montaña, por lo que estaremos trabajando los mismos grupos musculares que cuando llegue la temporada de trail.
Además, el esquí no provoca desgaste articular ni supone impactos para nuestros músculos, por lo que es una disciplina perfecta para ir acumulando horas de volumen para poder trabajar de forma más específica cuando nos calcemos las zapatillas.
Bicicleta de Montaña
La BTT es una opción perfecta para esta época del año. Esta disciplina no tiene impactos musculares ni articulares, permite entrenar horas y horas sin poner en peligro nuestra integridad y además seguimos disfrutando de la montaña. Con ella, crearemos una buena base cuando llegue la temporada de carreras.
Spinning
Esta disciplina se realiza en interior, con bicicletas estáticas especialmente adaptadas. Esto nos permite fortalecer el tren inferior por completo, además de mejorar el apartado aeróbico. Además, viene con el añadido de no forzar en absoluto las articulaciones y de ser una opción perfecta para las sesiones de recuperación después de una competición o entrenamiento fuerte.
Deportes de equipo
Este tipo de deportes son también muy beneficiosos para el corredor. Fútbol, baloncesto, tenis, pádel, etc… Las típicas pachangas nos pueden ayudar a trabajar aspectos como la fuerza muscular, el apartado anaeróbico, con arrancadas fuertes y explosivas, además de fortalecer el tren superior y el core. También trabajamos en nuestra posición corporal, algo que nos ayudará a mejorar nuestra propia percepción y que se traduzca en mejoras técnicas al correr.
Además, el trabajo en equipo aporta aspectos mentales que no se trabajan tanto en un deporte tan solitario como suele ser correr por la montaña. Además del respiro mental que supone practicar deporte en equipo, aprenderemos que podremos extrapolar estos aspectos de solidaridad y trabajo en equipo cuando estemos en la montaña.
Yoga
Esta disciplina, a pesar de que pueda parecer lo contrario, nos puede ayudar de cara a la próxima temporada. Si nos decidimos a practicar yoga, mejoraremos nuestra flexibilidad muscular, así como nuestro rango y amplitud de movimiento, lo que se traduce en menos posibilidades de sufrir lesiones cuando retomemos los entrenamientos corriendo.
Asimismo, nos ayuda a controlar nuestra respiración de forma más eficiente, lo que nos permitirá ser más eficientes cuando traslademos ese control respiratorio a nuestra forma de correr. También nos ayuda a fortalecer zonas vulnerables, como la espalda, además de ayudarnos con nuestra fuerza mental, ya que ayuda a la concentración, algo vital para aquellos que tengan previsto hacer su primer ultra trail o mejorar su rendimiento en estas distancias.
Pilates
El Pilates es una herramienta que puede ser muy útil para el corredor. Y es que en esta disciplina trabajaremos diversos apartados que se revelan como indispensables para mejorar nuestro rendimiento.

Para empezar, el Pilates se centra en el trabajo del CORE, la parte central del cuerpo y sobre la que se asienta el resto de nuestra musculatura. Un Core poco trabajado es el primer paso para sufrir lesiones o no ser capaces de mejorar nuestro rendimiento. Con sesiones de pilates, estaremos fortaleciendo abdominales, dorsales y musculatura interna de la espalda, pero los beneficios no se acaban aquí.
Y es que el Pilates nos puede ayudar a mejorar hasta cuatro aspectos tan importantes para todo trail runner como la flexibilidad, la fuerza, el equilibrio y la coordinación, lo que se traduce de forma inmediata en menor posibilidad de sufrir lesiones y una mejora del rendimiento. Además, mejorarás en tu propiocepción y aprenderás a mejorar los patrones respiratorios, un extra muy importante para los corremontes.