CONSEJOS

La decisión de abandonar en una carrera por montaña

Dejar de correr puede ser una de las decisiones más difíciles de tomar, incluso cuando no nos jugamos nada más que nuestra propia satisfacción.

Eugeni Roselló tras retirarse de The Spine Race 2019
Eugeni Roselló tras retirarse de The Spine Race 2019   Yann Besrest
| No hay comentarios | Compartir:

Las carreras por montaña son un deporte en el que la cabeza y el cuerpo tienen muchísima importancia. El tiempo que se tarde en completar un recorrido es suficiente para que por nuestra cabeza pasen muchos pensamientos, y también para que nuestro cuerpo sufra con los rigores de una actividad de tanto desgaste.

Por tanto, es sencillo que a lo largo de una competición los pensamientos relacionados con el abandono se crucen por nuestra cabeza más a menudo de lo que nos gustaría. Varias preguntas pasan por nuestra cabeza de forma intermitente, y hacen que nos cuestionemos todo por lo que hemos trabajado durante meses.

¿Qué hago yo aquí? ¿Para qué me vale todo este sufrimiento? ¿Por qué sigo en carrera cuando lo que me apetece es tirarme y descansar? Cada uno tiene sus preguntas cuando las cosas no nos marchan bien. Por eso, es importante saber distinguir cuándo abandonar y cuándo tratar de seguir adelante hasta cumplir nuestro objetivo.

El abandono nunca es una derrota

Hay una frase que dice que “a veces se gana y a veces se aprende”. Abandonar nunca supone un fracaso, sino hay que verlo como una fuente de aprendizaje sobre nosotros mismos. Un abandono siempre nos hace mejores corredores, ya que hemos experimentado nuevas sensaciones y hemos cometido algunos errores que en el futuro nos servirán para afrontar mejor una competición.

Por ello, es lo primero que debemos tener en cuenta: no sentirnos fracasados por haber dejado una carrera. Aunque sea una frase de perogrullo, la victoria está en habernos puesto en la línea de meta y haberlo intentado. Ya habrá más oportunidades de que las cosas nos salgan como queremos.

Cuándo abandonar y cuándo no

Es quizá la pregunta del millón. Saber cuándo estamos en un momento de bajón que podemos superar y cuándo es el momento de abandonar nuestro objetivo y no dañar más nuestro cuerpo. La respuesta es que no hay respuestas mágicas y todo depende del conocimiento que tengamos de nuestro propio cuerpo.

El dolor es una señal que no siempre es certera. Todo corredor de montaña sabe que en las carreras largas, el dolor llega sí o sí, pero hay que aprender a diferenciar entre un dolor propio de una lesión, ante el cual el abandono se debe realizar de forma instantánea, o el dolor típico de las molestias más comunes, como rozaduras, cansancio muscular, ampollas, etc…

Por ello, si notamos un dolor desconocido, que puede venir de que nos estemos comenzando a lesionar, lo más sensato es parar. Normalmente, estos dolores suelen venir de problemas musculares o articulares. Aquí es donde entra el propio corredor, que debe valorar si esta molestia puede desembocar en un problema mayor.

Si, por el contrario, estamos sufriendo problemas de dolor muscular en un descenso, fruto del cansancio, es donde la fuerza mental nos debe ayudar a seguir adelante. En los descensos de tramos finales de carreras, el dolor de cuádriceps suele ser muy común, casi obligatorio, por decirlo de alguna manera. Este es un ejemplo de dolor que se puede gestionar y que no tendrá secuelas negativas en el futuro.

Cuando nos fallan las fuerzas

La falta de energía es también una fuente de abandonos importante. No haber comido o bebido bien es un riesgo seguro de pájara en las carreras largas. Si nos fallan las fuerzas y vemos que podemos sufrir un desfallecimiento, la decisión de abandonar o no es muy personal.

Lo mejor que podemos hacer es tomarnos un tiempo para tomar la decisión en frío. A veces pasarlo mal nos nubla el pensamiento y nos hace ver todo demasiado negativamente. Aquí entran en juego los pensamientos positivos. Recordar que estamos aquí porque nos gusta, porque queremos, no porque tengamos que estar a la fuerza.

Parar, comer, descansar, beber, hablar con otras personas… Todos estos son recursos sencillos que nos pueden ayudar en momentos de flaqueza que son superables. Pero si lo que estamos sufriendo son ya efectos físicos, como pequeños mareos, la vista nublada o no somos capaces de andar de forma coordinada, es el momento de sopesar seriamente un abandono.


Gestionar un abandono

Si hemos decidido dejarlo y abandonar una carrera, lo primero que debemos pensar es que no hemos fracasado. Como decíamos antes, este es un deporte en el que el riesgo de abandono es muy alto. Muchas cosas pueden salir mal, por lo que es una forma muy común de terminar una carrera.

Dentro de las estrategias que nos pueden ayudar está el hecho de verlo como un aprendizaje para las siguientes carreras. También podemos pensar que, si hemos abandonado prematuramente, podemos marcarnos un nuevo objetivo antes de lo que pensábamos. Buscar nuevos desafíos nos puede hacer olvidar pronto este abandono.

También es positivo ser conscientes de que prácticamente todo corredor de montaña ha abandonado alguna competición a lo largo de su vida. Los mejores corredores del mundo también han vivido esa situación, por lo que estamos ante una vivencia muy común.

Aprender de un abandono

Lo que sí es importante de un abandono es intentar explicarnos y aprender de lo sucedido. Siempre debemos analizar lo más concienzudamente posible las causas del abandono: si hemos abandonado por una lesión, quizá tengamos que trabajar mejor nuestra fuerza muscular, o nuestra propiocepción. Si ha sido por el mal tiempo, quizá no hayamos elegido el material adecuado o no nos hayamos preparado en las condiciones que la prueba exigía.

Si ha sido por un desfallecimiento, quizá nuestra estrategia de hidratación y alimentación ha sido errónea y tengamos que mejorarla en nuestros próximos entrenamientos. Si nos faltaron las fuerzas, a lo mejor no habíamos entrenado tan duro o tan eficazmente como creíamos hacerlo, o quizás no hemos sabido medir nuestro ritmo y nos hemos pasado de rosca.

Por todo ello, un abandono puede convertirse en algo positivo, ya que conseguiremos mejorar nuestros puntos débiles, lo que nos convertirá en mejores corredores. Porque lo que siempre hay que hacer tras un abandono es aprender de él y utilizarlo en nuestro beneficio.


Lecturas relacionadas

Deja una respuesta

Ayudarnos a difundir la cultura de la montaña

En Carreraspormontana.com te ofrecemos gratuitamente la mejor información del mundo del trail running. Puedes ayudarnos a difundir la cultura de la montaña comprando tus libros y guías en Libreriadesnivel.com y en nuestra Librería en el centro de Madrid.

¡Suscríbete gratis al boletín del Trailrunning!

Estamos más ocupados que nunca y hay demasiada información, lo sabemos. Déjanos ayudarte. Te enviaremos todas las mañanas un correo electrónico con las noticias más relevantes del mundo trail.