Cientos, miles o incluso millones. Esas son las cantidades de veces que cada corredor de montaña aterriza con sus pies a lo largo de una temporada de competiciones. Los entrenamientos y, en menor medida, las competiciones, nos hacen apoyar los pies en la tierra después de cada pequeño salto.
Eso sí, es cierto que, en la montaña, el tipo de pisada no es tan crucial como lo es cuando corremos en asfalto, donde el suelo no cambia, siempre es llano, y la técnica de pisada es más repetitiva. En la montaña, con los constantes obstáculos que nos encontramos, así como los cambios de desnivel, hacen que la pisada del corredor de montaña pueda adaptarse a nuestras necesidades.
La pisada en tramos llanos
Esta pisada es, probablemente, una de las que más cueste a los corredores primerizos; aquellos que vengan del asfalto, lo tendrán más fácil, ya que cuentan con una técnica más depurada para estas situaciones.
En tramos más o menos llanos y poco técnicos, como pistas forestales o senderos, la técnica a seguir tiene que ser la de intentar aterrizar siempre con la parte media del pie, incluso con la delantera, como harán los más acostumbrados a correr por asfalto.
La pisada en las subidas
Es quizá el momento más sencillo para el corredor de montaña, que cuando la cuesta empina hacia arriba, no tiene otra opción más que pisar con la parte delantera del pie. Eso sí, podemos cambiar el tipo de pisada dependiendo de la inclinación concreta a la que nos estamos enfrentando.
De esta forma, en pendientes con menor porcentaje de desnivel, la técnica será más parecida a la técnica del llano, aunque irá cambiando a medida que aumente el desnivel. Pisar con la media suela será, en estos casos, más sencillo y nos saldrá prácticamente de forma natural. El cambio principal será en la amplitud de la zancada, que irá disminuyendo a medida que aumente el porcentaje de desnivel. Esta regla es imprescindible: a mayor desnivel, menor distancia de zancada.
Pisada en bajada
Este es uno de los grandes dilemas del corredor. De forma natural, la pisada en las bajadas será con el talón. Es la forma natural que tienen nuestros pies para ejercer de freno, sobro todo cuando nos enfrentamos a bajadas que están por encima de nuestro nivel técnico y aparece la sensación de miedo a una caída. Esto se une a una mayor tensión muscular, lo que supone un gran gasto energético extra para nuestras piernas.
En principio, no hay problemas por talonear en las bajadas, si bien, tomando como ejemplo a corredores profesionales, estos tratan siempre de entrar de medio pie incluso en las bajadas. Esto se debe a que cuando taloneamos en una bajada, son los cuádriceps los que se ocupan, casi en exclusiva, de ejercer la fuerza de frenado.

3 comentarios
¡¡ATERRIZA COMO PUEDAS!!
Y como influye cada forma de pisar( delante, medio, talón), en la zona lumbar y abdominal. En las subidas la pisada implica una mayor inclinación del tronco para contrarrestar la pendiente, pero si vas con bastones la inclinación del tronco es menor.
Con todos mis respetos, creo que deberías replantearte desde el principio, que correr es algo tan sencillo, que nos dedicamos a complicarlo sin contemplacionesl. Te recomiendo encarecidamente que veas unos videos en youtube expuestos en un canal llamado sendero bosquimano con seguridad te harán replantearte, lo que verdaderamente es la carrera.