Si nuestro objetivo es completar un ultra trail, lo primero que debemos tener claro es que vamos a tener que entrenar muchas horas para poder llegar con un mínimo de garantías de que estamos listos para afrontar un reto como ese.
Esto significa que debemos seguir un plan más o menos estructurado, con el que vayamos logrando las adaptaciones necesarias para que nuestro cuerpo sea capaz de aguantar el tremendo esfuerzo al que va a ser sometido. Pero no tienes que seguir el 100% del tiempo un entrenamiento medido, sino apostar por alguna sesión haciendo únicamente lo que te apetezca.
¿Qué es el entrenamiento por sensaciones?
El entrenamiento por sensaciones se basa básicamente en realizar un entrenamiento escuchando únicamente a nuestro cuerpo, dejando de lado otras variables “matemáticas”. En lugar de salir a entrenar con una distancia, desnivel o ritmo en concreto, haremos lo que el cuerpo nos vaya pidiendo. Seguir un rato más, apretar en una cuesta, bajar el ritmo en otra subida, hacer un último ascenso…
Por esto mismo, el primer error que se comete con este tipo de entrenamiento es pensar que son entrenamientos menos duros o intensos. Puede ser que nos apetezca ir más rápido de lo normal, que hagamos cambios bruscos de ritmo o que nos dé por hacer una subida larga a ritmo… Lo que define a un entrenamiento por sensaciones no es su intensidad o duración, que puede ser muy variable, sino que no sigues más normas que lo que te apetezca.
Formato libre o mixto
Ahora bien, no todo entrenamiento por sensaciones debe ser totalmente dejado al libre albedrío, y se puede apostar por un entrenamiento mixto, en el que sólo algunas opciones se dejen a la elección del corredor.
En el formato mixto, podemos sabe alguno de los parámetros, por ejemplo la distancia que queremos recorrer. El resto, se deja a las sensaciones que vayamos teniendo: si nos apetece apretar, si nos apetece relajarnos y disfrutar del entorno, ir a ritmo constante… Lo importante es dejar varios aspectos a nuestra propia elección.
Factor mental
Si hay un beneficiado de incluir de vez en cuando este tipo de entrenamientos, esa es la mente. Entrenar para un ultra exige trabajo casi diario y eso puede llegar a convertirse en una especia de obligación, lo cual puede llegar a ser una carga, más que algo que queremos hacer.
Por ello, incluir sesiones en las que vamos a hacer lo que nos apetezca puede ser un buen sustituto en un día en el que no nos apetezca hacer lo que debíamos. En cierto modo, nos liberamos de la “tiranía” de los planes específicos y de la obligación de tener que hacer una distancia, marcar un ritmo o abarcar un desnivel concreto aunque para ello tengamos que sufrir.
Riesgos del entrenamiento por sensaciones
El gran riesgo de este tipo de entrenamiento es caer en una espiral en el que salgamos a hacer uno de estos entrenamientos demasiado a menudo. Este debe ser un entrenamiento casi “accidental”, y no debe convertirse en una rutina, ya que podría hacer mella en nuestra preparación.
Asimismo, si entrenamos siempre por sensaciones corremos el peligro de acomodarnos y no salir nunca de nuestra zona de confort, lo que nos pude hacer estancarnos y no ser capaces de mejorar nuestro nivel como corredores, que al final es lo que buscamos al entrenar.
Por ello, el entrenamiento por sensaciones suele utilizarse de forma intercalada dentro de un plan más específico. Es decir, es positivo el hecho de meter una sesión de entrenamiento por sensaciones si nos sentimos algo agobiados por la rigidez de un entrenamiento, o si la presión lógica por acercarnos a nuestra carrera objetiva nos está bloqueando psicológicamente.
Normalmente, este tipo de entrenamientos están más aconsejados en momentos como la pretemporada, los días de recuperación tras una competición o en momentos en los que nos encontremos algo bloqueados ante un plan de entrenamiento. Al fin y al cabo no somos máquinas y cada cuerpo reacciona diferente al esfuerzo físico.

El funcionamiento de las sensaciones
Está claro que no hay nada más subjetivo que las sensaciones, pero eso no implica que no podamos tener cierto poder sobre ellas. Cada persona tiene una percepción diferente del esfuerzo que está cometiendo y, según estudios científicos, esta percepción se puede moldear teniendo en cuenta si sabemos de antemano a lo que nos vamos a enfrentar.
Es decir, que si sabemos que vamos a estar una hora corriendo, nuestro cuerpo regulará las sensaciones hasta que, de forma aproximada, sean las que esperamos que sean. Esto significa que nuestro cerebro se prepara para el esfuerzo que se va a acometer, por lo que las sensaciones, a no ser que se dé un problema mayor, van a ser muy cercanas a nuestras expectativas.
1 comentario
No se porque me da, que no se está siendo muy objetivo. No hay ninguna duda de que Caroline Chaverot ha sido de largo la mejor. Solo hay que ver los resultados. Si ganando todas las carreras en las que he competido, incluyendo mundiales y UTMB no es la mejor, entonces no se que tiene que hacer para serlo.