Nos guste o no, la caza es otra más de las actividades que se desarrollan en nuestras montañas. Obviamente, para que sea legal, sus practicantes están obligados a cumplir una serie de normas, como la expedición de su licencia, el pago de los denominados cotos y la señalización de las batidas, entre otros.
Eso sí, estos requisitos no son siempre los mismos ya que las competencias están transferidas a las Comunidades Autónomas, por lo que cada territorio cuenta con sus particularidades. Una de las más importantes es la duración del periodo en el que las distintas modalidades están permitidas, la conocida como temporada de caza. En general, suele empezar en verano y alargarse hasta la primavera.
Si los cazadores deben cumplir la legislación cinegética, los corredores y el resto de usuarios (como los senderistas, ciclistas o buscadores de setas), también deben respetar también las normas de uso del medio natural. “Es responsabilidad de ambos colectivos, senderistas y cazadores, que el desarrollo de sus respectivas actividades se realice de forma responsable y respetuosa”, recuerda la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, en más ocasiones de las deseables, llegan los conflictos. El uso prioritario de los montes por los cazadores es una polémica que viene de atrás y parece estar lejos de resolverse. La normativa estatal, recogido en la Ley de Caza de 1970, cataloga en las vías y caminos de uso público y las vías pecuarias como “zonas de seguridad”, en las que “deben adoptarse medidas precautorias especiales encaminadas a garantizar la adecuada protección de las personas y sus bienes”.
En este sentido, todas las vías de acceso (carreteras, pistas y senderos) deben contar con la señalización homologada pertinente, en la que se informa de la actividad con sus horarios correspondientes y que debe ir acompañada de un corte con cinta. En función de la normativa local y autonómica en la que nos encontremos, conllevará unas responsabilidades u otras, pero nunca implicará una prohibición de paso.
«Lo más importante es que las batidas estén bien señalizadas»
«Es un asunto legal complejo y sin apenas jurisprudencia. Hace unos años busqué sentencias sobre posibles accidentes de caza con montañeros y no encontré ninguno. Eso no significa que no haya habido, pero sí que muy pocos han acabado en un juicio», nos explica el jurista y experto en derecho aplicado a la montaña José María Nasarre, que añade que «a todas luces, lo más importante es que las batidas estén bien señalizadas, algo que muchas veces no pasa. Lo ideal es que, además, hubiera alguna plataforma en la que todos los usuarios pudieran previamente consultar esa información, en el momento de planificar sus actividades».
Preguntado por la posible responsabilidad de un corredor que se salte los avisos, Nasarre, que además es miembro de la Junta Directiva de la FEDME, explica que «en el caso de que los avisos estén correctamente colocados, sí podría llegar a tener cierta responsabilidad. Eso sí, es una situación bastante rebuscada y difícil de probar«.
«A los corredores les diría que vayan con una mentalidad abierta y que se dejen asesorar para un posible cambio de recorrido»
Por su parte, Edu Moix, que es cazador, corredor y participa de la organización de eventos como Vandekames o La Portella, en la provincia de Tarragona, resalta que «en los últimos 20 años ha cambiado mucho el uso del monte. De solo encontrar agricultores, cazadores, pastores y algún montañero, se ha pasado a situaciones que llegan a la masificación, con los problemas que conlleva. Para mejorar la convivencia, hace falta más regulación entre los diferentes usos y también más conocimiento sobre la montaña, empezando por desmontar ese mito de que el monte es de todos, porque no siempre es así».
«A mí me ha tocado estar en los dos lados de este conflicto -añade- y creo que lo mejor para todos es ser empático y evitar la confrontación, buscando soluciones en el momento. A los cazadores, les diría que pensasen en facilitar la información de caminos alternativos para el resto de usuarios, mientras que a los corredores les diría que vayan con una mentalidad abierta y que se dejen asesorar para un posible cambio de recorrido».
Recomendaciones
- Infórmate. Puedes ser en los ayuntamientos, en las sociedades de caza locales, con los guardias forestales o incluso en tu móvil. Algunos territorios cuentan con aplicaciones como ZTrails en Sobrarbe, el Pirineo de Huesca, que detalla en tiempo real de las afecciones en los caminos, incluyendo las batidas de caza.
- Ten preparado un plan B. Si no conocemos perfectamente la zona, una buena idea es tener varias recorridos preparados. De esta manera si nos encontramos con la batida, podremos seguir realizando nuestra actividad en otro lugar sin peligro.
- Viste de colores chillones, diferentes al pelaje que tienen los animales.
- Evitar salir de los senderos e ir campo a través, especialmente en las zonas de poca visibilidad como los bosques
- Ve en grupo. Eso te dará más visibilidad y, seguramente, haréis más ruido por lo que será más fácil alertar vuestra presencia.
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