En los foros ciclistas, la potencia, y también el dispositivo que la mide llamado potenciómetro, es un concepto muy conocido. Todo lo contrario que en el contexto de la carrera a pie y el trail running.
Como presentación, diremos que la potencia es la fuerza que aplicamos en el suelo cuando corremos y la velocidad con la cual despegamos del mismo. Su unidad de medida son los vatios (W).
Aunque desde hace tiempo existen dispositivos (plantillas) que miden la fuerza aplicada contra el suelo, los potenciómetros de carrera llevan poco tiempo en el mercado y ahora están apareciendo los primeros modelos que ofrecen datos realmente útiles y aplicables. Fundamentalmente estos dispositivos nos dan información sobre: variables de intensidad y cuantificación de carga en el entrenamiento y variables biomecánicas. De esta manera, es una herramienta muy interesante no solo para mejorar el rendimiento, sino también para prevenir lesiones. Se trata a fin de cuentas de dar un paso más en el control y evaluación del entrenamiento.
Intensidad del entrenamiento
Hasta ahora, este factor se mide utilizando tres parámetros: la velocidad de carrera, la frecuencia cardiaca y la percepción subjetiva del esfuerzo. Todos ellos tienen sus ventajas y limitaciones.
La velocidad de carrera en llano puede ser un parámetro idóneo, pero ¿qué hacemos cuando hace viento? ¿Y cuándo el terreno es inclinado?
La frecuencia cardiaca es un parámetro interno muy utilizado que no hay que dejar de lado, pero puede ser alterado por factores como la hidratación, condiciones meteorológicas y psicológicas como el estrés, fatiga, pendiente del terreno y la hora del día, entre otras. También tiene una limitación en cuanto al entrenamiento, eso lo podemos ver cuando hacemos un entrenamiento fraccionado. La frecuencia cardiaca tiende a tardar, en función del nivel del deportista, a estabilizarse.
La percepción subjetiva del esfuerzo aunque es una herramienta que puede ser útil en trail running, pero no deja de ser subjetiva. Por lo tanto, no siempre va a representar una carga interna está condicionado por la experiencia del sujeto.
Carga de entrenamiento
El uso del potenciómetro, junto con plataformas y software avanzado, es ideal para datos fiables de este factor. Por ejemplo, calcula los segundos que hemos estado a cierta intensidad, lo que a su vez arroja una puntuación de estrés que nos guiara a la hora de resolver esa complicada pregunta de “¿cómo de dura ha sido la sesión?”.
Variables biomecánicas
El potenciómetro también nos arroja información sobre cadencia de carrera, oscilación vertical, potencia horizontal, tiempo de contacto y stiffness (rigidez). Todos están relacionados con la economía de carrera, por lo que trabajar estas variables nos ayudará a mejorar nuestro rendimiento y a castigar menos el cuerpo.
¿Cómo se utiliza?
Centrando en el dispositivo STRYD, que es con el que yo trabajo, es muy sencillo: simplemente hay que colocar el acelerómetro, que tiene un peso insignificante, en la zapatilla. Hay que tener un dispositivo compatible para su lectura, aunque ya hay una gran variedad de dispositivos GPS de gama media y alta que lo hacen. Después puedes analizar los datos en diferentes plataformas informáticos.
Hay quien pueda pensar que ya no hace falta usar el pulsómetro con la llegada de estos dispositivos, pero esto no es del todo cierto; la frecuencia cardiaca siempre va a ser un dato importante, pues nos da información sobre parámetros internos que hay que tener en cuenta dada su relación con aspectos de rendimiento, desentrenamiento y sobreentrenamiento. El potenciómetro juega un papel esencial en aquellos entrenamientos donde los esfuerzos sean cortos, de alta intensidad y donde la orografía del terreno pueda ser muy cambiante.
Como cualquier dispositivo vinculado con el rendimiento deportivo, todos nos podemos beneficiar de su uso, tanto populares como élite. Dependerá de hasta donde quiera llegar cada uno en el análisis y control de su entrenamiento

No olvidemos, sin embargo, que su uso requiere una formación previa, por lo que está orientada principalmente a entrenadores. Es fácil encontrar grupos en las redes sociales que hablan sobre esto, que matematizan los datos del potenciómetro, pero que dejan de lado lo verdaderamente importante. Si no sabemos que está pasando a nivel fisiológico, si no sabemos el impacto que puede tener una carga en el organismo y su tiempo óptimo para volver aplicar otra carga, si no conocemos cuáles son los mecanismos que pueden provocar una interferencia negativa en el entrenamiento, no podemos atrevernos a replicar modelos de entrenamiento de otros.
En definitiva, si no conocemos el “por qué” de las cosas, el potenciómetro simplemente se puede quedar en un dispositivo que arrojas datos, pero con un acompañamiento profesional puedes ser el complemento diferenciador en nuestro entrenamiento.