El verano está a la vuelta de la esquina y aunque quedan todavía unos días para inaugurar la nueva estación el calor ya comienza a notarse, por lo que en nuestras salidas a la montaña debemos estar muy preparados para no sufrir ningún desfallecimiento. Y es que en esta época del año cualquier medida de prevención para hacer frente a ese sol abrasador es poca. Así, a continuación, te ofrecemos diez consejos básicos que debes tener en cuenta a la hora de practicar trail running.
Hidrátate bien
Cuando el calor aprieta y exponemos a nuestro cuerpo a una actividad de mucha intensidad deshidratarnos puede ser muy fácil debido a los niveles altos de sudoración. Es por esta razón que el agua, el isotónico y las sales no pueden faltar en nuestra mochila cuando salimos a la montaña. Así, evitarás no solo un posible desmayo, sino también los temidos calambres.
Busca rutas con fuentes
Una buena opción para evitar quedarnos sin agua en nuestra ruta, algo bastante habitual en esta época del año, es elegir una en la que sea fácil encontrar alguna fuente.
No olvides proporcionar energía a tu cuerpo
Alimentar bien nuestro cuerpo en actividades de alta intensidad como el trail running no es cuestión de la época del año, pero sí es cierto que el calor del verano obliga a nuestro cuerpo a realizar un mayor esfuerzo físico. Así, para poder afrontarlo necesitaremos comer bien. Una buena opción es elegir alimentos ligeros y frescos que nos faciliten su consumo.
Protégete del sol
El sol es uno de los grandes enemigos que vamos a encontrarnos durante el verano, por lo que protegernos de él y hacerlo bien es importante. En nuestra mochila no pueden faltar unas gafas de sol, ya que la protección de nuestros ojos frente a los rayos UV es vital; como también lo es la de nuestra piel. Es por esta razón que no se nos puede olvidar aplicar crema solar, con un factor mínimo SPF 30, antes de comenzar el entrenamiento y, en caso de que vayamos a estar muchas horas expuestos al sol, repetir la acción varias veces.
Además, también es recomendable usar gorra para evitar dolores de cabeza.
Evita las horas de más sol
Siempre que sea posible evita las horas centrales del día, de 12:00 a 16:00, para reducir el riesgo de sufrir un golpe de calor. Lo mejor es hacer tu entrenamiento a primera hora de la mañana o a última de la tarde.
Apuesta por rutas cortas
No, en verano y con calor hacer un entrenamiento de 40 kilómetros que nos obligue a estar muchas horas expuestos al sol no es la mejor opción. Así, lo mejor es elegir rutas más cortas y que conozcamos bien, los experimentos mejor para otro momento.
Botiquín
El botiquín de primeros auxilios es tan importante como el agua o la comida. Y es que en la montaña podría incluso salvarnos la vida. No debe ser excesivamente grande, tan solo lo suficiente para poder guardar en él gasas o apósitos, analgésicos, unas pequeñas tijeras, algún antiséptico o una manta térmica.
Evita la ropa oscura
Sí, el color de la ropa también influye. Así pues, en verano la mejor opción es optar por colores claros, tejidos frescos y muy transpirables. Y es que los colores oscuros tienden a calentarse mucho más, lo que provoca una mayor sudoración y sensación de calor.
Usa el material adecuado
Elegir bien nuestro calzado en verano también puede ayudarnos a disfrutar de nuestra salida a la montaña. Lo mejor es que nuestras zapatillas sean transpirables y que estén fabricadas con materiales que nos permitan tener el pie seco.
Escucha a tu cuerpo
Tal vez tenías pensado hacer una ruta, pero tu cuerpo se encuentra cansado, menos activo de lo que esperabas, es mejor darse la vuelta e intentar un entrenamiento más corto, incluso irse a casa, que sufrir algún desmayo o una lesión.
