¿Qué es el dolor tibial?
Este problema engloba una condición de dolor en el hueso de la tibia en la parte inferior de las piernas. Aunque los profesionales usan el término para englobar diversos problemas que causan el mismo dolor, aquí nos referimos al dolor causado por el uso repetitivo de la pierna, pero sin estar ligado a fracturas por estrés.
Esta irritación del hueso se produce donde el músculo tibial cubre el hueso (tendinitis) o cuando es el tejido que cubre el hueso el que se irrita (periostitis). En cualquiera de los dos casos, el problema viene producido por una sobre utilización que puede llegar a debilitar al corredor.
Factores de riesgo
Ciertos estudios han ayudado a fijar que factores llevan a los corredores a tener un mayor riesgo de sufrir este dolor por sobre uso. Estos factores incluyen falta de experiencia al correr, running competitivo, excesivas distancias recorridas, condición física baja o una lesión previa. También hay otra serie de factores descubiertos en algunas poblaciones de atletas, como la edad, el género, el calentamiento, el enfriamiento, los estiramientos, distancia excesiva, desniveles o la actividad previa.
Síntomas
El dolor derivado de esta afección es descrito como una quemazón mientras se desarrolla la actividad, o dolor después de que se haya completado el ejercicio. El único síntoma físico es sensibilidad en las superficies media o inferior de la tibia.
Tratamiento
El principal tratamiento para este tipo de dolores es similar al de otras afecciones provocadas por una sobre utilización y conlleva los siguientes parámetros:
Descansar hasta que el dolor haya desaparecido
Toma de medicación anti inflamatoria, como ibuprofeno
Medidas antiinflamatorias externas, como la aplicación de agua fría o aplicación indirecta de hielo.
Prevención
La principal medida de prevención para estos problemas es no correr largas distancias si no es de forma gradual, utilizando una técnica de carrera adecuada y utilizando un buen material deportivo. Además, mucha gente apunta que los estiramientos y el calentamiento previo ayudan a prevenir estas lesiones, si bien no se ha demostrado que científicamente esto suponga una ayuda. Para prevenir el dolor tibial, evita la sobreutilización de estos grupos musculares hasta que hayas aumentado gradualmente la distancia recorrida en tus entrenamientos