Mucho se ha hablado y escrito sobre las bondades que correr le otorga a quien practica habitualmente este deporte. Desde mejoras físicas a la prevención de problemas cardiovasculares, así como una mejor salud. Pero uno de los últimos estudios publicados también pone de manifiesto otros aspectos positivos que no se conocían tanto.
Un estudio publicado en medicinenet.net y llevado a cabo por el especialista Paul Williams, del Instituto Laurence Berkeley, ha puesto de relieve la capacidad que el hábito de correr tiene para prevenir una de las enfermedades que más está creciendo entre la población, el alzheimer.
Según este estudio, que lleva acumulando datos de corredores y no corredores desde la década de los 90, y en el que han participado ya más de 150.000 personas, revela cómo el hecho de correr unos 25 kilómetros por semana tiene como consecuencia que tengamos un 40% menos de posibilidades de fallecer por esta enfermedad en el futuro.
Para los menos corredores, también cabe destacar que si apenas corremos unos 12 kilómetros semanales, estaremos poniendo un granito de arena para evitar esta terrible afección, ya que a partir de esta distancia tendremos un 25% menos de posibilidades de fallecer por esta enfermedad que afecta a la memoria.
Aunque este experimento se ha llevado a cabo con gente que corre, si en vez de correr somos andarines, también obtendremos grandes beneficios, siempre y cuando quememos la misma energía que corriendo las cantidades de kilómetros anteriormente indicadas. Además, el ritmo andando debe ser similar al que llevan las personas que corran a una media de 12 minutos por milla.
Durante este experimento, se siguió a los sujetos durante doce años, con lo que se descubrió que aquellos que habían corrido de forma regular tenían menos posibilidades de desarrollar una enfermedad que además de sobre la memoria puede tener efectos sobre el comportamiento y los modos de pensar.
La razón de que esto ocurra tiene mucho que ver con la capacidad del ejercicio físico para evitar el encogimiento del cerebro, un efecto natural con el paso de los años pero que podemos paliar con un estilo de vida activo, previniendo la aparición del Alzheimer.
A lo largo de todos estos años, de todos los casos estudiados, apenas 175 de los corredores estudiados fallecieron de Alzheimer, una cifra realmente baja para el número de casos en estudio, más de 150.000.
Asimismo, este estudio ha dejado claro que una buena dieta también ayuda a prevenir la llegada de esta enfermedad. Comer fruta a diario hace que el riesgo de padecer Alzheimer se reduzca; aquellos que comían tres o más piezas vegetales al día tenían un 60% menos de posibilidades de sufrir Alzheimer.

1 comentario
Manden mas información de este tipo.. bonito día para ustedes.