Las lesiones acompañan al deportista mientras este disfrute del deporte. Es imposible librarse completamente de los problemas físicos que llegan con la práctica deportiva, pero hay muchos factores que influyen. Si quieres que las posibilidades de lesionarte bajen al mínimo posible, puedes utilizar varias herramientas a tu alcance para mantenerte sano.
Propiocepción
Toda vez que las articulaciones son uno de los puntos débiles del corredor de montaña, el trabajo propioceptivo debe ser una de nuestras grandes prioridades. Fortalecer rodillas y tobillos es básico para que están puedan soportar los miles de impactos a los que las sometemos en cada entrenamiento.
Para trabajar la propiocepción correctamente puedes utilizar algunos objetos especialmente diseñado para ellos, como plataformas inestables, bosus, fitball, etc… Lo ideal es ir a un gimnasio donde tengan estas herramientas, de forma que consigamos unas articulaciones a prueba de bombas.
Trabajo de fortalecimiento
Es vital tener la musculatura preparada, por lo que si no la trabajamos de forma focalizada es muy posible que sobrevengan lesiones de tipo muscular, como roturas de fibra, contracturas musculares, etc… Para ello, debemos dedicar al menos un día a la semana a fortalecer nuestro tren inferior y nuestro core.
Los ejercicios de abdominales, lumbares, sentadillas de todo tipo, cargas de peso en máquinas o autocargas deben centrar este tipo de sesiones. Cuanto más fuerte tengas la musculatura, menos posibilidades tendrás de lesionarte.
Entrenamiento cruzado
Correr es una actividad tremendamente lesiva. Los miles de impactos en nuestras articulaciones, tendones, ligamentos o músculos suponen un desgaste enorme, por lo que debemos intercalar los entrenamientos corriendo con otras disciplinas, como bicicleta, natación, esquí, etc…
Debemos escoger disciplinas que exigan poco a nuestras articulaciones, pero que sean exigentes aeróbica o anaeróbicamente (depende de lo que queramos trabajar), aunque son especialmente indicadas para trabajar el volumen. En vez de correr cuatro horas, las podemos completar sobre bicis o esquís, con el menor impacto apra nuestro cuerpo que esto supone.
Buena alimentación
Lo que le damos al cuerpo es vital para mantenernos sanos y libres de lesiones. Cuanto más completa sea nuestra alimentación, mejor se recupera nuestro cuerpo de los entrenamientos, y una mejor recuperación implica que estaremos mejor preparados para el siguiente entrenamiento y nuestro organismo lo aguantará mucho mejor.
Masajes
El poder recuperador que tienen los masajes es impresionante. Acudir al menos un par de veces al año a un especialista es comprar boletos para no lesionarse. Si es posible, después de una competición larga, también es recomendable, ya que nos descargará la musculatura y hará que nuestro cuerpo recupere mejor y más rápidamente. En este apartado tampoco nos olvidamos de otros especialistas que nos pueden ayudar, como podólogos, osteópatas… Todo lo que nos ayude a estar mejor se traducirá en menos lesiones.
Entrenamiento invisible
Cuanto más nos cuidemos, más lo notará nuestro cuerpo. En este campo entra el consumo de alcohol o tabaco, una buena alimentación, buenos hábitos de descanso y sueño, buenos hábitos posturales… Es decir, llevar una vida sana en líneas generales nos puede ayudar a tener menos lesiones.
Material
Contar con un material de calidad es vital. Unas zapatillas que no sean de calidad o que no se adapten a nuestras necesidades acabarán lesionándonos. Son nuestros neumáticos y tiene que estar siempre a punto y ser lo que necesitamos para una carrera o entrenamiento en particular. Lo ideal es tener un buen fondo de armario para elegir dependiendo de las condiciones que nos vayamos a encontrar.
Todo esto indica que, lejos de lo que pudiera parecer, lesionarse o no depende mucho de nosotros, de seguir los pasos necesarios para mantenernos sanos. Aunque nadie sea inmune a las lesiones, podemos comprobar que sí que podemos poner mucho de nuestra parte para seguir disfrutando del deporte y mantener a nuestro cuerpo libre de problemas.
