Anticiparse
Si estás compartiendo kilómetros con un corredor, muy probablemente nos demos cuenta de que está entrando en hipotermia antes de que su estado sea demasiado grave. En cuanto empieza a temblar es momento de empezar a actuar.
Proteger
Como ante cualquier accidente, el protocolo PAS (Proteger-Actuar-Socorrer) también es válido para hipotermias en corredores en montaña.
Lo primero será por tanto proteger, que en este caso significa abrigar e impedir que el frío y el viento contacten con la víctima. Buscaremos en el terreno cercano un lugar protegido del aire y aislado del suelo. Para ello podemos hacer un cojín con ropa, mochilas y también con los elementos que encontremos en el lugar (piedras, ramas…).
Avisar
Tanto si estamos en carrera como si estamos entrenando tenemos que avisar de la situación, ya sea a la organización de carrera o al servicio de emergencias. Es importante dar información inequívoca sobre el estado de la víctima y, sobre todo, sobre el lugar exacto donde nos encontramos. En este sentido existen aplicaciones específicas para rescates que comparten nuestra ubicación y también se puede hacer con el propio whatsapp.
Si no hay cobertura
Hay lugares en la montaña donde no hay posibilidad de comunicar, zonas vacías que no conectan con ningún repetidor y donde no podremos llamar ni al 112 (que funciona con cobertura de cualquier operador). En estos casos hay que tomar decisiones.
Un corredor parado, que probablemente lleve poco abrigo, va a coger frío rápidamente y posiblemente donde teníamos un caso de hipotermia en pocas horas tengamos dos. Por eso, hay que plantearse seriamente, si hay solo dos personas involucradas, dejar a la víctima sola para ir a pedir ayuda. En este caso, el que se va le dejaría toda la ropa que pudiera al que se queda. Se han dado casos con desenlaces trágicos que se hubieran evitado si en lugar de esperar juntos se hubiera tomado esta arriesgada decisión.
Socorrer
Una vez que tenemos claro que la ayuda está viniendo, podemos continuar con la protección y el calentamiento de la víctima. Lo más fácil sería ponerte cuerpo con cuerpo con la víctima, abrazarlo. Los dos debéis llevar la ropa puesta y con la manta térmica se envuelve al afectado.
Podemos frotar su cuerpo para calentarlo y en este caso nos centraremos en el tronco (donde están los órganos vitales) y en el cuello, no en las extremidades. Como ya explicamos, hay una vasoconstricción que cierra el riego a brazos y piernas por lo que calentarlas en ese momento es perjudicial.
Bebidas calientes
Llevar un té caliente para actividades invernales (o incluso los botes de café que se calientan solos) y con frío es además de un placer, una medida de seguridad. Las bebidas calientes son fundamentales en grados leves de hipotermia. Eso sí, deben ser tomadas en pequeñas dosis.
Bolsas de calor instantáneo
Otro buen invento para estos casos, son estas bolsas que cuando se agitan generan una temperatura de 45-50°C. No pesan casi (8-10 g), y no las pondríamos en los pies y manos como estamos acostumbradas, sino en el tronco.
Creación de un punto caliente con material de fortuna
Aunque no lo parezca con material ligero como una manta térmica, mechero o cerillas y velas (o pastillas de encender barbacoa) podemos crear un espacio donde somos capaces de aumentar la temperatura. Aquí un ejemplo.