Rodillas y tobillos. Tobillos y rodillas. Estas dos articulaciones son dos de las zonas más vulnerables de todo corredor de montaña y dos de las grandes fuentes de lesiones que sufre la comunidad de trail runners.
El trabajo de fuerza o el de propiocepción son dos métodos de entrenamiento que nos valen para protegerlas, hacerlas más fuertes y, de paso, poder reducir al mínimo posible el riesgo de lesión en estas articulaciones.
Pero también podemos proteger nuestras rodillas y tobillos con una buena alimentación, dándole al cuerpo todo lo necesario para que pueda impedir que las articulaciones sufran más de lo necesario. Si le damos al cuerpo ciertos nutrientes, estaremos poniendo un poco más de nuestra parte para unas articulaciones a prueba de lesiones.
