Si nos pesáramos antes de salir a correr y lo volviéramos a hacer después, veríamos que pesamos menos que al principio. Como es evidente, la gran parte de ese peso perdido es agua. El experimento merece la pena ser realizado al menos una vez para que seamos capaces de darnos cuenta de todo el líquido que perdemos a través del sudor.
Quizá así podríamos concienciarnos de lo importante que es recuperar el equilibrio en los fluidos corporales. La mayoría de corredores se arregla con beber un par de vasos de agua, pero si queremos optimizar al máximo la rehidratación y que nuestro cuerpo no se quede nunca “seco”, debes seguir algunas reglas de oro.
Rehidrata progresivamente
Siempre que sea posible, bebe a sorbos cortos y continuos, evitando beber grandes cantidades de líquido en cortos periodos de tiempo. La recuperación de fluidos puede durar varias horas y debemos repartir la ingesta de agua lo mejor posible.
Bebe más de lo que has perdido
Siempre hay que intentar acabar bebiendo más de lo que hemos perdido. Es fácil saber cuánto líquido hemos sudado, así que si quieres mejorar el proceso de rehidratación asegúrate de darle al cuerpo la cantidad necesaria, contando siempre con la pérdida que supondrá la orina.
El sodio, una de las claves
El sodio es una de las sales minerales que más perdemos al realizar ejercicio. Procura que tu dieta posterior al entrenamiento tenga una cantidad necesaria para recuperar sus niveles. No siempre es necesario tomar cantidades extra mediante bebidas preparadas, sino que es mejor que el aporte venga de la dieta, siempre y cuando no hayamos realizado esfuerzos superiores a los 60-90 minutos.
La leche como bebida rehidratante
Un estudio relativamente reciente ofreció un resultado sorprendente, cuando reveló que la leche es mejor que el propio agua para reponer líquidos. La razón es que consigue reponer líquidos, pero también aporta otras sustancias fundamentales, como hidratos de carbono, sodio y proteína.
Cuidado con el alcohol
El alcohol es diurético y, no importa lo que tu amigo te diga: nunca es bueno tomar alcohol ni hidrata mejor que el agua. Pequeñas cantidades no suelen interferir en el proceso de restauración de líquidos, pero las bebidas con mas de un 2% de contenido alcohólico interfieren en este proceso.
Frutas y verduras
Las frutas y verduras no sólo tienen una cantidad de agua que muchas veces supera el 90% de su composición. Además, contienen electrolitos fundamentales y consiguen ser unos grandes compañeros del agua, que a veces se queda corta de nutrientes a la hora de rehidratar. Agua + furta o verdura = combinación ganadora

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¿Y qué hay de las bebidas isotónicas recuperadoras cargadas de azúcar? Omnipresentes al finalizar carreras, con efectos que poco tienen que ver con sus objetivos…