Un coche, para que tenga un buen funcionamiento y una larga vida “operativa”, se debe cuidar, haciéndole un buen mantenimiento y unas revisiones periódicas, para que no le falte de “nada”.
Y así debe ser: cuidamos y mimamos nuestro coche para que nos responda en todo momento y no nos deje tirados en cualquier cuneta. Antes de un largo viaje, lo llevamos al taller para una revisión general, llenamos el depósito de fuel, revisamos la presión de los neumáticos, miramos todos los niveles de aceite, refrigerante, líquido de frenos, el líquido limpia-parabrisas e incluso miramos que el ambientador de pino no esté seco.
Durante el viaje repostamos combustible cuando hace falta y volvemos a revisar niveles, y una vez regresados a casa, si le toca lo llevamos a una revisión en nuestro taller de confianza, perfecto. ¡Viva nuestro querido coche!
La pregunta que me hago es, ¿y si somos tan meticulosos con el coche, por qué no cuidamos igual nuestro cuerpo, cuando lo estamos sometiendo a estrés constante con duros entrenamientos o competiciones?
Cuántas veces oímos la frase “cómo es posible que los ciclistas profesionales aguanten un Tour, un Giro o una Vuelta, dándose cada día la gran paliza”. “Bah”, dicen algunos, “seguro que utilizan gasolina extra”; quizás hayan unos cuantos, pero con el control que hay, por suerte, cada vez son menos. Y las alternativas legales que tienen, aparte de entrenar muy bien, pasan por hacer una hidratación, nutrición y suplementación perfectas antes, durante y después.
Un deportista profesional sabe que debe rellenar sus depósitos desde el mismo momento que comienzan vaciarse, ya no sólo para aguantar la etapa del día, sino previendo las de los días siguientes; prevenir antes que padecer. Una vez cruzada la línea de llegada, rápidamente comienzan a recuperar todo lo perdido durante la jornada, para que su cuerpo esté en perfectas condiciones para otro “largo viaje”. Sobre todo a nivel físico, pero sin olvidar que la sensación de reponer, mentalmente, se transforma en la sensación de obtener energía.
Lo mismo que sirve para los pros sirve para nosotros; nos empeñamos en poder hacer más y más cada vez, devorar kilómetros y kilómetros, para poder plantearnos objetivos más ambiciosos, pensando sólo en acumular y acumular, sin darnos cuenta que lo que estamos haciendo es vaciar y vaciar. Descuidando la mayoría de veces nuestra recuperación durante y después de los entrenamientos, pensando que una gran comilona nos va a dejar como nuevos, cuando lo que hará es dejarnos rellenos.
La respuesta a todo esto está en extrapolar todo lo que hacemos por nuestro amado coche, a hacerlo por nuestro cuerpo. Podemos pensar que rellenarle de combustible es comernos un gran plato de pasta, y eso es básico, pero no suficiente ni mucho menos, si el desgaste ha sido extremo.
Entonces, seguramente el “nivel de aceite” también habrá disminuido y, si no lo reponemos, podemos quemarnos como un motor que se quede sin aceite; o si la presión de los neumáticos no es la óptima, el coche consumirá más y correrá menos. Y aquí es donde deberíamos tener muy claro con qué producto es mejor rellenarlo, qué es lo que mas necesitamos y más rápido nos ayudará volver a nuestro estado ideal de forma.
Hay que ser conscientes de que, tal vez, podamos realizar entrenamientos muy duros, pero si no conseguimos recuperarnos bien de ellos, no los asimilaremos y, por el contrario, contribuirán a nuestro deterioro físico, es decir, sólo servirán para cansarnos. Además, es muy decepcionante tener que dejar un entreno a medias o acabar arrastrándonos para llegar a casa, por culpa de no haber repostado a tiempo.
Hoy en día, con lo que ha crecido la práctica deportiva en general, por suerte ha dado pie a que muchos fabricantes especialistas en nutrición hayan desarrollado productos verdaderamente efectivos y contundentes, que conociendo bien su utilización, pueden jugar un papel determinante en nuestros progresos físicos.
Buscar y seleccionar los que mas garantías nos den, (no por poner energético o isotónico en el envoltorio de un producto lo es), probarlos y comprobar su efectividad; la variedad es muy grande y hay que saber seleccionar, pero hay fabricantes que son o han sido deportistas y saben perfectamente que ofrecernos para cubrir lo que necesitamos, antes, durante y, muy importante, para el después.

