A día de hoy, una nutrición deportiva sana no tiene muchos secretos: verduras, frutas, cereales, que se complementan con carnes (a poder ser blancas) y pescados. Pero no tiene que ser todo anodino en la huerta del corredor de montaña y, siempre con moderación, hay un alimento que también tiene cabida en nuestra dieta: el chocolate.
Para empezar, debemos destacar que cuando nos referimos a chocolate, lo hacemos al de mayor pureza, es decir, al que más porcentaje de cacao lleva y menos productos químicos añadidos. Por ello, el chocolate más indicado para una dieta equilibrada siempre será el chocolate negro o amargo.
Por esta razón, evitaremos chocolates con leche o blancos, ya que llevan muchos más aditivos. Una vez aclarado esto, pasemos a dilucidar los beneficios que te puede aportar un par de onzas de chocolate de vez en cuando.
Cuando hablamos de chocolate no podemos obviar su producto estrella, el cacao. Cuanto más cacao lleve un chocolate, este se considera más puro y, por tanto, con menos aditivos tales como azúcares, conservantes, colorantes, etc…
El cacao era un producto cuyo valor fue altísimo hace siglos, llegando a ser moneda de cambio en el antiguo imperio azteca. Este producto contiene una gran cantidad de beneficios que se pueden extrapolar al chocolate negro, que suele contener más de un 70% de cacao.
El primer beneficio del chocolate tiene nombre: flavonoides. Estos nutrientes son unos potentes antioxidantes, que se encargan de la eliminación de radicales libres, uno de los grandes enemigos de los deportistas de resistencia. Estas moléculas inestables de oxígeno son muy perjudiciales para el cuerpo y debe ser una prioridad alimentarnos para eliminarlas.
Para los deportistas, también es importante el hecho de que el chocolate tiene poder antiinflamatorio, lo cual es de gran ayuda para la recuperación física tras un esfuerzo, ya que los tejidos tienden a inflamarse tras un esfuerzo continuado.
Otro de los beneficios del chocolate, según un estudio realizado en Estados Unidos, tiene que ver con uno de sus componentes, la epicatequina. Este nutriente consiguió mejorar las fibras musculares y cardiacas de los ratones a los que se alimentó con epicatequina, sin tener que realizar ejercicio, que es como regularmente se consiguen estos cambios en nuestro organismo.
Por último, a nivel cardiovascular también encontraremos beneficios en la ingesta de chocolate. Esto se debe a que la toma de chocolate incrementa la producción de óxido Nítrico, que tiene propiedades vasodilatadoras.
Limitaciones
Por supuesto, hay que tener en cuenta que no podemos estar consumiendo habitualmente chocolate, pero sí que puede ser tomado cada semana, siempre evitando las mezclas, como chocolates con leche, con caramelo, galletas o el chocolate blanco, ya que estos suelen contener muchas más grasas que el chocolate negro, que suele tener altos índices de cacao, el auténtico tesoro del chocolate.
Por ello, no tenemos que temer a tomar, de vez en cuando, unas onzas de chocolate, ya que nos puede ayudar con sus tres principales poderes: antioxidante, antiinflamatorio y cardiovascular. Así que ya sabes; corredor de montaña, pon chocolate en tu vida (y que sea negro).