No hacen falta temperaturas especialmente frías
Hay una confusión generalizada respecto a la temperatura ambiente con la que podemos entrar en hipotermia. No se necesitan condiciones extremas, a partir de 15° C ya se han visto casos.
Conoce la montaña
Todo corredor debería saber que por cada 100 m de desnivel en ascenso la temperatura baja entre 0,6 (ambiente seco) y 1° C (ambiente húmedo), salvo en inversión térmica. Así que si sales a 20° y tienes un recorrido que sube a un pico que está 1.000 metros más arriba puedes ponerte en la cumbre a 10° C. Y a eso hay que añadirle el efecto del viento.
Ocurren en parado
Generamos calor con el movimiento, por lo que es realmente improbable que una persona pueda entrar en hipotermia cuando está activa. Los problemas llegan en la mayoría de las veces con las paradas, especialmente si hemos sufrido un golpe o una pájara. En parado, el hombre solo puede mantener su temperatura corporal si la exterior está por encima de 28° C.
No copies a los atletas de élite
Has podido ver en una carrera a conocidos corredores afrontando con poca ropa temperaturas muy frías. No intentes emularles. Ellos van mucho más deprisa que tú, generan más calor y están expuestos al frío durante menos tiempo. Además, probablemente estén mejor adaptados a esas condiciones y tengan un equipo de apoyo en caso de que aparezcan los problemas. Además, a veces los élite también se equivocan.
Complementos indispensables
Al margen del sistema de capas, es bueno recordar que casi el 30% del calor se pierde por cuello y cabeza, por lo que el gorro y el Buff son fundamentales. También llevar un plumas ligero en la mochila por si tenemos que parar.
Ir bien equipado puede no ser suficiente
Los diferentes tejidos tienen una capacidad variable para retener el calor, pero no pueden generarlo (a no ser que cuenten con dispositivos eléctricos para ellos). De hecho, las pruebas que realizan los fabricantes para conocer la capacidad calorífica de una prenda se basan en sentar a una persona, vestirla y variar la temperatura.
Ojo con la lluvia y el sudor
El agua tiene la capacidad de disipar el calor, así que la humedad y la ropa mojada harán que se multiplique el efecto del frío. Por ello, una de las claves es llevar la ropa justa para que nuestro sudor se evapore rápidamente o para que incluso no rompamos a sudar. Uno de los fallos más comunes entre los populares es salir demasiado abrigados y empaparnos en los 10 primeros minutos en los que además solemos ir demasiado deprisa. Es preferible, en ambientes controlados como las carreras, pasar un poco de frío al principio.
Dos obviedades no siempre satisfechas: come y bebe
La deshidratación y la falta de sustratos energéticos son dos factores de riesgo en la hipotermia o, dicho de otra manera, comer y beber adecuadamente durante el esfuerzo puede es una buena manera de prevenirla.
Las drogas y el alcohol te deshidratan
Las drogas y el alcohol inhiben, entre otras cosas, la hormona antidiurética (que reduce las ganas de orinar), así que hacen que nos encontraremos más deshidratados y en peores condiciones para afrontar las bajas temperaturas. ¡Cuidado con esa moda de tomar unas cervezas en la cima!