No pudo ser. Raúl Criado intentó esta mañana el récord de ascenso y descenso a Monte Perdido (3.355 m), registrando un tiempo de 4 horas, 32 minutos y 21 segundos. Se quedó, por tanto, a 8 minutos del tiempo que empleó Aritz Egea en 2016 en completar la ruta de aproximadamente 40 km y 2.300 m positivos desde Torla (Huesca).
“Había estado reconociendo el terreno y sabía que tenía posibilidades, pero que era muy difícil. Finalmente no he tenido muy buenas sensaciones hoy, he ido mal de la tripa y eso se ha notado. Aun con todo estoy muy contento igualmente. He conocido bien el esfuerzo que tengo que hacer, así que descansaré bien y volveré a intentarlo otra vez en un momento u otro”, nos explica.
El joven corredor partió a las 5:48 horas desde el cuartel de la Guardia de la localidad pirenaica, donde cumplió con la tradición de tomar la insignia con la que se fotografiaría 2h48’ después en la cumbre. Tomó la carretera para subir hasta la Pradera de Ordesa, donde tomó la senda del Parque Nacional en dirección a la emblemática cascada de la Cola de Caballo. Desde allí se enfrentó al abismo por las clavijas de Soaso, desde donde enfiló hacia la cima por la ruta de “Las Escaleras”.
«El ascenso se me ha atragantado y he perdido 13 minutos respecto al tiempo de Aritz. En la bajada he conseguido recuperar bastante, aunque en el último llano final me he dejado ir porque sabía que ya estaba fuera de tiempo», nos confirma Raul, que al contrario que se predecesor, descendió por el mismo lugar, más expuesto, pero más corto que el de “La Escupidera”.
Con esta marca, realizada con “el apoyo de algunos amigos que me han dado agua”, Raúl Criado, que un mes atrás estableció el FKT del Midi d’Ossau en 1h53’, se posiciona como la segunda persona más rápida de la historia en ascender y descender a este emblemático tresmil del Pirineo aragonés. Además de Aritz Egea con 4h24’31”, Txus Romón en 2012 registró un tiempo de 4h46’54” y el también vasco Iker Karrera marcó 4h48’ en 2006.
