Los deportes de montaña van mucho más allá de la competición. Con un poco de imaginación, muchos corredores dibujan otras experiencias interesantes en rutas de aquí y de allí, batallando en técnicas ascensiones, luchando por batir el record de una ruta emblemática, viajando por todas las calles de la propia ciudad o agotando la paciencia en un circuito sobre la nieve. Algunas de estas aventuras son también parte de la historia de la montaña. Veamos las más representativas de este 2018.
Kilian Jornet y su Bob Graham Round
36 años había sobrevivido el récord de Billy Bland en la mítica ruta por las fells (cimas) británicas hasta que el pasado mes de julio, una semana después de volver de su lesión, Kilian Jornet paraba en 12h52’ tras completar sus 106 km y 8.200 m positivos.
Aunque ya era conocida a nivel internacional e incluso tres corredores españoles ya habían entrado en su selecto club, la atracción mediática del catalán vislumbró un reto con mucha historia, uno de los más longevos en el trail running europeo y mundial, y arraigados valores como el compañerismo, el respeto por la montaña y la tradición.
La prolífica de Emelie Forsberg
Si Kilian Jornet es un habitual de este tipo de retos, su compañera Emelie Forsberg tampoco se queda atrás. En la primera mitad de 2018 rompió las marcas femeninas del Mont Blanc y del Monte Rosa. Esto no fue todo, a la sueca también le dio tiempo a marcar la mejor marca con esquís en la montaña más alta de Noruega, donde ahora reside, y a recorrer los 450 km del sendero Kungsleden en Laponia. Los próximos planes de la pareja son de sobras conocidos. El pasado mes de octubre anunciaron que están embarazados.
El viejo sueño de Marco de Gasperi
En el mismo Monte Rosa y tan solo unos días antes que Forsberg, Marco de Gasperi cumplió un viejo sueño. Con 4h20m, batió el récord en el recorrido de ida y vuelta a la cabaña Margherita desde Alagna que poseía desde 1994 el también legendario Fabio Meraldi. La idea rondaba por la cabeza del italiano desde hacía tiempo, uno de los objetivos que rondaban por su cabeza desde que en 1993, con solo 16 años, participase en la primera carrera de skyrunning de la historia junto al propio Meraldi, Bruno Brunod o Matt Carpenter.
Una odisea en el Himalaya o sin salir de San Francisco
Más de 25 días estuvieron Ryan Sandes y Ryno Griesel para atravesar la mayor cordillera del planeta en una aventura que estuvieron cerca de pagar muy caro. Los sudafricanos recorrieron 1.504 km y unos 150.000 metros de desnivel acumulado, en un ejercicio personal de constancia y determinación en un entorno salvaje y bello. La amabilidad de los lugareños resultó un factor clave para su éxito: “Ahí estábamos, dos peludos y sucios sudafricanos, que hablaban muy poco nepalí -explicó Sandes al llegar-, y no solo nos recibieron en sus casas sin dudarlo, sino que también nos cedieron sus camas yéndose ellos a casas de vecinos para que tuviéramos espacio. Ha sido increíble descubrir la humildad de estas personas”.
¿Pero hace falta desplazarse hasta Nepal para vivir un viaje de alta intensidad? Rickey Gates nos demostró no, que es posible vivir una auténtica aventura sin salir de su propia ciudad. Su #EverySingleStreet en San Francisco ha creado tendencia y ahora son muchos los que se disponen a tachar todas las calles de sus localidades corriendo.
EE.UU. exporta el modelo
Los FKTs (Fastest Known Times, tiempos más rápidos) son un invento yanqui y en Norteamérica más que en ningún otro sitio del planeta son dados a este tipo de proyectos. Un buen ejemplo es el de Pete Kostenick que, tras atravesar el nuevo continente en 2016, repitió la hazaña hace unos meses desde Alaska hasta Florida. 8.676 km empujando un carrito de bebé con sus provisiones (comida, tienda, GPS y hasta un spray para protegerse de los osos) y unas mensaje en el bolsillo: “Desbloquea tu sueño más salvaje. ¡Aquí está la clave!”
El Gran Cañón del Colorado ha sido en las últimas semanas la olla donde bullían los récords. Primero los femeninos, de Ida Nilssón a Taylor Nowlin, volando de acantilado a acantilado (y vuelta) por el Kaibab Trail. Después llegó el turno de Jim Walmsley, Tim Freriks y Eric Senseman que prefirieron una ruta poco transitada en la que tuvieron que ponerse el neopreno para cruzar el gran, y fresco, río.
No podían faltar en este listado estadounidense las referencias a la Nolan’s 14 en la que Andrew Hamilton completó la primera invernal y donde Joe Grant y Alex Nichols dejaron también su huella, este último robándole el récord a Iker Karrera.
Récords femeninos en el techo de América
Por una parte, Daniela Sandoval le pegó un gran mordisco al récord de ascenso y descenso al Aconcagua, desde 2016 en manos de Fernanda Maciel, poniendo la bandera de ecuador una vez más en su cima. La fisioterapeuta de 26 años tuvo que pedir prestado el material para alcanzar los casi 7.000 m de la cumbre, que acabó hollando con unas botas de cuero con más de 20 años. Por la otra, la alemana Sunny Stroeer estableció la mejor marca femenina en la ruta 360°, que sube a la cima y rodea el macizo en 104 km, con 47h30m.
Movimiento sobre esquís
Llama la atención la cantidad de proyectos personales que se han realizado sobre esquís este año, empezando por el histórico descenso del K2 del polaco Andrej Bargiel. Por primera vez alguien se enfilaba en sus 3.600 m de bajada hasta el campo base de la segunda montaña más alta de la Tierra.

Centrado en el rendimiento, encontramos el proyecto de Mike Foote, que batió el récord de ascenso con esquís en un día con 18.654 m. Poco le duraría la alegría al ultrarunner estadounidense ya que tres meses después sería el noruego Lars Erik Skjervheim quien dejaría el registro en 20.939, mientras que su compañera Malene Blikken Haukøy establecería la mejor marca femenina con 15.440 metros.
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