Es tiempo de récords en las rutas más emblemáticas del planeta. Si Kilian Jornet ha escrito su nombre en la historia de la Bob Graham Round, Marco de Gasperi en el Monte Rosa y Alex Nichols y Joe Grant en la ruta Nolan’s 14, Emelie Forsberg ha hecho lo propio en el sendero Kungsleden. Se trata de un recorrido de 450 km por en la Laponia sueca, que pasa por alguno de los lugares que han marcado la vida de la corredora y esquiadora de montaña nórdica. Fosberg completó la ruta en tan solo 4 días y 21 horas, destrozando los 6d02h que el noruego Sondre Almdahl estableció en 2017.
“¡Apenas puedo creer que lo haya conseguido! Cuando comencé a planear esta ruta, miré la distancia, el sistema de la cabaña y el plan que creamos, pensé que era posible pero que sería un gran desafío para mí. Lograrlo, es un sueño hecho realidad. Tuve algunos momentos realmente malos, pero no sería un desafío sin ellos porque te hacen aprender y apreciar lo que has hecho. Ahora me siento muy cansado pero extremadamente feliz”, explicaba al finalizar.
El Camino del Rey
El Kungsleden es una ruta de trekking que los excursionistas suelen cruzar en no menos de 15 días. La espectacularidad del paisaje y su entorno salvaje lo convierten en un destino de senderismo muy popular en verano y para esquí de fondo en invierno. Comienza en Abisko en el norte y termina en Hemavan en el sur, el punto más alto es el paso de Tjäktja (1.150 m) y el más bajo en Kvikkjokk (330 m).
Sin embargo, la ruta es desafiante no solo por la distancia y el terreno, sino también por la logística, ya que el sendero también implica cruzar algunos de los ríos que cruzan la Reserva Natural de Vindelfjällen, una de las áreas protegidas más grandes de Europa. Para esas partes de agua, a veces hay transbordadores programados, por lo tanto el tiempo tiene que ajustarse a los horarios del barco, y otras partes los propios corredores son los que reman.
Diario de viaje
El desafío para Emelie Forsberg comenzó en la medianoche del 3 de julio. La primera etapa fue la más larga, recorriendo 116 km bajo el sol de medianoche para llegar desde Abisko hasta Saltoluokta, la cabaña donde Emelie trabajó cuando tenía 19 años y donde comenzó su amor por las montañas.
A partir de ahí, la atleta corrió los 70 km de la segunda etapa hasta Kvikkjokk. A pesar de la cantidad de kilómetros, las piernas de la sueca se sentían frescas y también su estado de ánimo. La tercera etapa fue probablemente la más salvaje, corriendo por una pista salvaje y no concurrida de 96 km. «Estuve corriendo sola y es tan agradable el estado en el que te metes… Solo pensar en el siguiente paso, seguir un buen ritmo y disfrutar de los hermosos alrededores. Tengo mucha suerte «, explicó tras llegar a Jäkkvik .
La cuarta etapa comenzó de forma muy dura. Sus piernas estaban muy cansadas, pero su compromiso con el objetivo le ayudaba a continuar. Poco a poco comenzó a sentirse mejor y logró terminar con gran sacrificios los 97 km de esta etapa. Fue difícil, pero ya quedaba poco para el final. El sábado 7 de julio fue la jornada de la última etapa del Kungsleden. A pesar de tener las piernas doloridas, la motivación le empujó a completar el recorrido hasta Kvikkjokk, donde detuvo el reloj con 4 días y 21 horas.
Tercer récord en menos de un mes
Es evidente que tras un 2016 marcado por la lesión y un 2017 en el que su temporada de verano estuvo supeditada a la expedición al Cho Oyu, Emelie Forsberg ha vuelto a recuperar un gran estado de forma que si bien queda patente en la competición, está teniendo su máximo esplendor en los numerosos retos personales en los que se ha embarcado.
Así, este es el quinto FKT (Fastest Known Time, Tiempo Más Rápido) que realiza la escandinava en los últimos meses. Además de los récords establecidos en las últimas semanas en el Monte Rosa y en el Mont Blanc, la escandinava también cuenta con las mejores marcas en El Galdhøpiggen, la montaña más alta de Noruega, el Teide y el Kebnekaise, el pico más alto de Suecia.
