Son las 5:49 horas y el pueblo de Benasque (Huesca) amanece tranquilo. Por sus calles solitarias un corredor se despereza, mira hacia la montaña, hacia el cielo y sale disparado carretera abajo. Es Aritz Egea y, aunque nadie le esté viendo en ese momento, está a punto de realizar una actividad más que reseñable, tal vez histórica, con la que volverá a grabar su nombre en los récords de los Pirineos. El guipuzcoano consiguió hoy completar los 23 km y 2.350 m de ascenso hasta el pico Posets (3.371 m), en 3 horas y 48 segundos, estableciendo la mejor marca hasta el momento en la segunda cumbre de la cordillera.
Tras calentar las piernas en los 3 km que le separan de Eriste, localidad en la que empieza realmente el reto, el de Urretxu enfila a un ritmo vertiginoso por el bosque, impulsado por las primeras luces, hasta el refugio Ángel Orús (2.150 m). Han pasado 56 minutos y ya está en alta montaña. Delante suyo, un mar de rocas sobre las que se intuye el camino hasta la cumbre, pero antes deberá pasar por la emblemática Canal Fonda cuyo cono blanco, en un año de nieves como éste, se extiende casi hasta el río.
El corredor vasco va en autosuficiencia. Lleva todo lo que necesita para que, si no hay contratiempos, no requiera de ayuda exterior y ha decidido dejar los crampones en casa. El día anterior estuvo reconociendo el recorrido y ha valorado que el manto estaba suficientemente blando para una persona con su experiencia, técnica, y que además podría contar con el apoyo de un cámara, que le espera en la zona cimera, si las cosas que pusieran complicadas.
Supera rápidamente los escalones tallados por las pisadas de la canal y, tras un tramo farragoso de piedra descompuesta, se encarama a la arista somital. Han pasado 1 hora y 58 minutos desde su partida y Egea ya está en el punto más alto de la Tuca de Llardana. Un pequeño bocadillo y se lanza para abajo.
“No quiero hacerme daño y aunque parezca que voy descontrolado, todavía tengo algo de cabeza”
“Hay que tener muy claro que en una actividad como esta se asumen ciertos riesgos, pero no quiero hacerme daño y aunque parezca que voy descontrolado, todavía tengo algo de cabeza”. Recordamos estas palabras en la víspera mientras se desliza sobre sus zapatillas por el ancho corredor. Los montañeros con los que se cruza le siguen con sus miradas, seguramente con opiniones encontradas sobre lo que tienen ante sus ojos.
Si casi darse cuenta el actual campeón de Europa de Skyrunning y subcampeón de la Copa del Mundo cruza otra vez por las inmediaciones del refugio y encara el tramo final hasta el Eriste. Allí le espera una decena de seguidores que le acompañarán, ya a un ritmo más humano hasta Benasque. Los dos relojes con los que está registrando la actividad marcan 3 horas y 48 segundos. Es un tiempo casi increíble para una actividad que a un montañero medio realiza en una o dos jornadas.
Segundo récord pirenaico
El del Posets es la segunda mejor marca de velocidad que este profesor de universidad, y padre de dos hijos, registra en los Pirineos. La anterior fue en el verano de 2016 cuando puso la mirada en el recorrido entre Torla y el Monte Perdido (3.355 m) y lo acabó fulminando en 4 horas y 24 minutos. Nadie por el momento lo ha conseguido superar.
Tras esta actividad sin dorsal, la temporada continúa para el corredor de 34 años con el objetivo de las Golden Trail Series. De momento, ha entrado en su selecto top10 en los dos pruebas que ha disputado, Zegama y el Maratón del Mont Blanc. La próxima tendrá lugar en Sierre Zinal el próximo 12 de agosto.
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