Virginia Pérez Mesonero es la nueva recordwoman de La Bucardada, un curioso desafío que le ha llevado a unir este sábado las cimas de tres dosmiles del Pirineo aragonés en un recorrido de casi 31 km y 3.000 m positivos. Su tiempo, 4 horas, 48 minutos y 25 segundos, le pega una importante muesca al anterior récord femenino en manos de la aragonesa Pilar Prades, con 6h19’27”.
“Estoy muy contenta. He pasado toda la noche pensando en el frío que podía hacer, pero cuando hemos salido he ido muy centrada y los tiempos se han ajustado a lo que tenía previsto. Finalmente ha habido mucha niebla, he tenido que usar el track para guiarme, pero se ha podido correr”, valora.
La corredora de La Alcarria (Guadalajara), que ahora reside en Villanúa (Huesca) partió a las 08:00 horas de Linás de Broto, en las inmediaciones del Parque Nacional de Ordesa, camino a su primer kilómetro vertical en el Toronzué (2.263 m). 1h42’ empleó en este primer ascenso de 6 km y 1.026 m positivos y su posterior descenso.
El Litro (2.347 m), conocido por su Kilómetro Vertical, fue el segundo objetivo de la atleta de 33 años. En apenas 1h42’ resolvió sus 5,1 km y 1.100 m positivos, dejando para el final el más cercano Pilupín (2.007 m), con 4,3 km y 789 m positivos, que completó en 1h24’’.
“Al final he acabado bastantes destrozada, por todo el desnivel que llevaba ya en las piernas. Lo más duro ha sido la última sección del KV del Litro, estaba lloviendo (casi nevando) y el terreno resbalaba mucho”, apunta.
La Bucardada nació en el 2014 como un reto individual o por equipos, propuesto desde el Albergue el Último Bucardo, un establecimiento muy vinculado al mundo de las carreras por montaña, sede de numerosas quedadas de corredores y organizadores de carreras como la Vuelta del Último Bucardo. Desde entonces, decenas de corredores se han medido con sus tres kilómetros verticales, siendo Roberto Prades, hermano de Pilar, el más rápido hasta la fecha con 4h45’.
Esta actividad es, junto al de Andreu Simón en el Pedraforca, uno de los primeros retos personales que vemos en esta temporada marcada por la ausencia de competiciones. No será el único para Virginia que ya anunció sus objetivos veraniegos: los FKT (mejor tiempo conocido por sus siglas en inglés) al Garmo Negro en julio y al Monte Perdido en agosto.
“Me gusta mucho este tipo de actividades en la que te retas a ti mismo y a la montaña. Creo que actualmente es una manera muy buena de mantenerte motivada, marcándote tus propios objetivos y manteniendo las ganas de entrenar”, reflexiona.