Tommy Rivs ha vuelto a la vida y este próximo fin de semana lo hará también a la competición. El corredor norteamericano fue diagnosticado hace un año de un cáncer de pulmón conocido como linfoma nasal de células NK/T, una enfermedad detectada tan solo a cuatro personas en todo el mundo y cuya cura era “prácticamente imposible”, afirmaban los médicos.
Pero la fuerza mental y física de Rivs, junto con el trabajo de un equipo de sanitarios que supo gestionar y acertar con el tratamiento, hizo que este ultrarunner salvara su vida. Fue duro. Y es que Thomas Rivers Puzey pasó más de tres meses en coma. Las sesiones de quimioterapia a las que se sometió provocaron que su peso se viera notablemente afecta, perdiendo hasta 30kg.
A pesar de todo, ni su familia ni sus amigos ni él mismo perdieron la fe. Lo hemos podido ver a través del perfil de Instagram del propio Tommy, donde su familia iba narrando cada semana su evolución y recuperación. El mensaje que se lanzó a sus seguidores fue siempre positivo y de agradecimiento por las innumerables muestras de cariño.
Este fin de semana, después de todo lo sucedido, Rivs volverá a estar en la línea de salida de una carrera. Será en la maratón de Nueva York donde llega con el único objetivo y deseo de sentir la ilusión, los nervios y la emoción que se siente con un dorsal colgado en el pecho.
Esta vuelta a la competición es una muestra más de valentía, una buena noticia que demuestra que su salud ha mejorado. Los médicos y familiares siguen manteniendo el optimismo, pero son cautelosos, ya que saben que todavía queda un largo camino por recorrer en esta dura y larga lucha contra el cáncer.
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