Uno de los elementos fundamentales de una carrera por montaña es determinar por dónde van a circular los corredores. El trazado del itinerario exige un diseño sobre la cartografía que cumpla los objetivos de la carrera, y que permita la logística de los avituallamientos, las telecomunicaciones y optimizar las posibilidades de evacuación o abandono. La cartografía digital permite obtener un track para GPS con el que se debe realizar un reconocimiento de seguridad sobre el terreno, para comprobar que el track es correcto y que identifique los riesgos significativos y qué medidas preventivas especiales se deben cumplir. El trazado debe comprobarse aprovechando entrenamientos para obtener la percepción de corredores sobre el trazado y comprobar que los itinerarios fijados se mantienen en buen estado.
La señalización del itinerario sobre el terreno permite a los corredores mantener la dirección de carrera correctamente, sin necesidad de utilizar el mapa o GPS para orientarse, previniendo extravíos propios del ritmo de progresión durante la carrera. El sistema de señalización es normalmente con banderas y/o cintas, junto a otros elementos como carteles, flechas, señales luminosas, pero en cualquier caso debe ser un sistema que aguante y se mantenga visible incluso en condiciones adversas (niebla, viento, etc.), debiendo disponer de elementos reflectantes si la carrera se va a desarrollar, aunque sea una parte, durante la noche. El objetivo es que, en condiciones normales, el corredor pueda ver al menos las dos señales siguientes en el sentido de la carrera. Por ello, es importante que el sistema de señalización que se utilice por primera vez o se cambie, sea probado con anterioridad en diferentes momentos, lugares y condiciones atmosféricas para comprobar que cumple los requerimientos establecidos. El equipo encargado de la señalización o marcaje de los itinerarios debe disponer de unos procedimientos de señalización claros que les especifiquen:
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Forma de fijar las señales.
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Distancia de las señales, según el tipo de terreno.
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Distancia de las señales de confirmación.
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Distancia de los indicadores kilométricos.
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Señalización de tramos con algún peligro significativo.
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Organización del equipo de señalización: componentes, itinerarios/tramos y fechas.
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Seguridad durante las tareas de señalización.
La existencia de señales durante todo el itinerario no significa que los corredores puedan prescindir de portar mapa o GPS, ya que, por ejemplo, cualquier persona que pase por ese itinerario puede haber quitado intencionada o accidentalmente algunas señales de la carrera. Una de las funciones de los controles cuando se dirigen a su destino es comprobar que todos los itinerarios han sido señalizados y que no faltan marcas, debiendo llevar algunas señales por si tienen que reforzarlas durante su trayecto de aproximación al punto de control asignado. No hay que olvidar la señalización y control de los cruces o tramos que discurran por vías de circulación de vehículos a motor, especialmente las carreteras.
Pasos que requieren cuerdas
Como se ha expuesto, las zonas de trepada no deben superar el grado II de dificultad o los 40º de pendiente. Lo recomendable sería que el trazado del itinerario de la carrera por montaña debería evitar pasos que requieran aseguramientos con cuerdas y/o rápeles, ya que no estamos hablando de raids. No obstante, puede haber tramos de los recorridos que discurran por laderas expuestas y con riesgo de caída de altura. Si existe un trazado alternativo se deben evitar este tipo de pasos, pero a veces incluso senderos homologados como GR y PR tienen este tipo de tramos. En el reconocimiento de seguridad se debe determinar si es necesario instalar algunos pasamanos para reducir la probabilidad de desequilibrios y caídas de altura.

Control de los corredores
Uno de los retos en las carreras por montaña es controlar dónde está cada corredor en cada momento, dadas las dificultades de la orografía y accesibilidad de los itinerarios, la duración de ciertas pruebas de larga distancia, además de los factores meteorológicos y la dificultad de las telecomunicaciones. Lo ideal es utilizar un sistema que permita el geoposicionamiento de cada corredor en tiempo real, aunque estos sistemas pueden tener zonas de mala cobertura y que haya un desfase temporal en la actualización de la posición de los corredores. No obstante, puede ser suficiente un sistema basado en chips de radiofrecuencia que registre el paso de cada corredor por cada aparato de lectura, siempre que se seleccione adecuadamente el número y ubicación de dichos lectores de chips, y se complemente con un registro manual de paso de los corredores.
Es muy importante también controlar los abandonos que se produzcan durante la carrera, para comprobar que no haya sufrido un accidente o se haya extraviado. Para ello, se debe obligar a los corredores a abandonar por los puntos que se hayan determinado a tal fin, y que deben registrar y comunicar a la organización dicho abandono. Para evitar que los corredores se olviden de pasar por dichos puntos cuando vayan a abandonar, suele ser útil el que se les exija el depósito de una fianza que se les devuelve cuando entreguen el chip. En caso de que algún corredor no llegue a meta o tarde demasiado tiempo en llegar al siguiente punto de control, debe existir un procedimiento de actuación en caso de extravío que comience con el intento de localización del corredor llamándole a su teléfono móvil y/o informando a los puntos de control próximos para que averigüen por sí mismos o preguntando a otros corredores, si tienen alguna información del corredor que está siendo buscado.
Seguros
Los seguros no evitan accidentes, pero reducen las consecuencias económicas de los eventuales accidentes que se produzcan. En cuanto al seguro de accidentes, su objetivo es que la aseguradora asuma los gastos derivados de una eventual búsqueda y rescate, traslado, asistencia sanitaria y hospitalización de algún corredor. Las normas de competiciones oficiales FEDME exigen que todos los participantes dispongan de la correspondiente licencia federativa que incluye el seguro obligatorio deportivo. En las carreras por montaña no oficiales, la organización debe ofrecer un seguro de accidentes para los corredores de la carrera durante la duración de la prueba. En materia de seguros también es importante disponer de un seguro de responsabilidad civil del organizador de la carrera por montaña.
Planes alternativos y condiciones de suspensión
Las condiciones de activación de los planes alternativos y la suspensión total de la carrera por montaña, deben estar claramente descritas y utilizando criterios objetivos. De nada sirve planificar una serie de itinerarios alternativos, si no se sabe cuándo y en qué condiciones se debe utilizar el plan alternativo. Normalmente, en las carreras por montaña las condiciones de activación de planes alternativos y la propia suspensión total de la carrera, suelen deberse a factores meteorológicos (temperaturas altas o bajas, lluvia, tormenta, viento, nieve, etc.), que, además de afectar negativamente a los corredores, también pueden afectar a las condiciones del terreno.
Los criterios a utilizar deben ser objetivos y concretos; si, por ejemplo, una condición de suspensión son las altas temperaturas, hay que especificar a partir de cuántos grados centígrados se activarán planes alternativos o se suspenderá la carrera. Esta concreción sirve para que, en el momento de tomar las decisiones correspondientes, no nos dejemos llevar por otros factores emocionales o presiones grupales. La decisión de cuándo activar un plan alternativo hay que tomarla con suficiente antelación como para que el equipo de señalización pueda modificar las señales que ya haya colocado
Avituallamientos
La dotación y ubicación de los avituallamientos es algo que se debe analizar con detenimiento cuando se diseña la carrera, según el grado de auto-suficiencia que la organización le quiera dar a la carrera por montaña. Este es un aspecto que se debe informar claramente a los corredores antes de que se inscriban. En cualquier caso, por razones de seguridad, siempre se debe disponer de un número mínimo de avituallamientos sólidos y líquidos. El número y ubicación vendrá determinado por la duración y dificultad de los tramos de la prueba, así como por las temperaturas (tanto altas como bajas) a las que estarán sometidos los corredores. Obviamente, el reparto y dotación de los avituallamientos que se hace muchos meses antes de la carrera, partiendo del análisis climático previsto para esa zona en la época en la que se ha convocado la prueba, requiere de una revisión si, en los días previos a la carrera, las predicciones meteorológicas anuncian variaciones significativas con respecto al escenario atmosférico que se había utilizado inicialmente. Esta revisión, que también hay que tomarla con suficiente antelación, puede significar una ampliación del número de avituallamientos, de su ubicación y/o del tipo de sólidos y líquidos que proporcionan.
Telecomunicaciones
Las telecomunicaciones son un aspecto fundamental e imprescindible para que toda la organización de la carrera funcione correctamente el día de la prueba. Una mala selección de los equipos de telecomunicación y de la organización de la malla de comunicaciones, puede suponer una grave negligencia a la hora de responder ante cualquier tipo de incidente o accidente durante la carrera. En el reconocimiento de seguridad hay que analizar siempre la cobertura GSM de todos los tramos de la carrera. Esto es necesario porque los corredores siempre van a llevar teléfonos móviles GSM, y hay que saber en qué zonas no van a poder comunicarse a través del móvil, y tomar las decisiones preventivas y reactivas que correspondan. La cobertura GSM es una limitación que muy difícilmente puede modificar la propia organización de la carrera.
Normalmente se recurre a algún tipo sistema comunicaciones por radio (walkie-talkie), que será UHF o VHF (analógico o digital), según las capacidades y recursos de que disponga la organización de la carrera, así como las limitaciones y necesidades de la organización. No hay que olvidar que la opción de la telefonía vía satélite puede ser una muy buena opción para los puntos de control más aislados. En cualquier caso, hay que tener en cuenta, a la hora de elegir unos u otros sistemas de radiocomunicaciones, qué equipos utilizarán otros servicios de emergencia o sanitarios presentes durante la carrera por montaña (protección civil, ambulancias, Policía o Guardia Civil, etc.), y, en su caso, cómo se va a enlazar con ellos. Además, si no se va a utilizar únicamente un teléfono móvil, hay que asegurarse que todo el personal sabe cómo utilizar el terminal de telecomunicaciones que se le entregue, y seguir alguna disciplina de comunicaciones para que el sistema no se convierta en una “jaula de grillos”.
Pedro Carrasco. Es el CEO y socio fundador de ISOAVENTURA, S.L. consultoría especializada en el turismo activo. Entre otras titulaciones es Doctor en Derecho, Máster en Protección Civil y Gestión de Emergencias, Máster en Prevención de Riesgos Laborales, Técnico Deportivo de Media Montaña. Miembro del Consejo Asesor Científico de las Montañas (FEDME) y gerente de la Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo (ANETA). Ha sido el responsable de seguridad de varias carreras por montaña, como la Ultra Trail Canfranc-Canfranc, la Ultra Trail Guara Somontano y Gailurra Xtreme: Monte Perdido.
Alberto Ayora. Es el responsable del Comité de Seguridad de la FEDME y miembro del Consejo Asesor Científico de las Montañas. Entre otras titulaciones es Máster en Derecho de los Deportes de Montaña. Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales. Auditor de Sistemas de Prevención. Especialista en Emergencias y Protección Civil. Miembro de los Comités Técnicos de Normalización (AENOR) AEN/CTN 187 SC2 Espacios Naturales Protegidos y AEN/CTN 188 SC3 Turismo Activo. Es autor de los libros “Gestión del riesgo en montaña y en actividades al aire libre” y “Riesgo y liderazgo. Cómo organizar y guiar actividades en el medio natural”, ambos de la editorial Desnivel.