El pasado domingo con las primeras luces Ryan Sandes y Ryno Griesel llegaban a la frontera Este de Nepal, en Pashupatinagar. Allí, a pocos metros de India, finalizó oficialmente su intento de FKT (Fastest Known Time) sobre el Great Himalayan Trail (GHT).
Emplearon 25 días, 4 horas y 24 minutos en recorrer 1.504 kilómetros y unos 150.000 metros de desnivel acumulado. Unos números estremecedores que esconden, sin embargo, la magnitud de la vivencia. Y es que un desafío de estas características es mucho más que una lucha contra el cronómetro, es vivir lo que significa recorrer todo un país a pie.
En el largo transcurso de la travesía tuvieron que ser capaces de sobrellevar muchas penurias, como la falta de sueño y comodidades, pero también a algunos peligros para su propia seguridad: desde las congelaciones en los dedos de la mano y la lesión en la pierna de Griesel, a la caída de piedras o al encontronazo con gente borracha y con ganas de gresca.
«Ha sido la mayor aventura de mi vida, increíblemente desafiante especialmente a nivel mental para continuar día tras día durante tanto tiempo. Hubo muchos altibajos durante el recorrido y muchos contratiempos que no pudimos anticipar, por lo que estoy muy contento de que hayamos sido capaces de seguir adelante», explicó Sandes.
Su determinación fue la clave para poder culminar este épico reto con éxito, pero también el impulso que les regalaba la belleza del entorno y la amabilidad de los lugareños. En varias ocasiones la pareja tuvo que llamar a la puerta de algunas casas en busca de refugio. Siempre fueron recibidos con los brazos abiertos y esa hospitalidad les permitió no solo seguir avanzando, sino mantenerse a salto de unas condiciones invernales durísimas en las montañas más altas del planeta. «Ahí estábamos, dos peludos y sucios sudafricanos, que hablaban muy poco nepalí -continúa el ultrarunner-, y no solo nos recibieron en sus casas sin dudarlo, sino que también nos cedieron sus camas yéndose ellos a casas de vecinos para que tuviéramos espacio. Ha sido increíble descubrir la humildad de estas personas”.
Los últimos días fueron un sprint para la dupla de corredores que apostó por establecer una marca que perdurara en el tiempo. Así, tacharon los últimos 300 kilómetros deteniéndose solo para comer algunas galletas y barritas y para siestas cortas de 10-20 minutos.
«En esa fracción de segundo en la que logras el objetivo que te has marcado, todo de repente cobra sentido. Todo ha valido la pena», dijo Griesel. «Ryan y yo tuvimos esta idea egoísta de cruzar este país. Y ahora hay mucha gente que nos apoya. Por eso, estoy agradecido».
¿Se puede hablar de “récord del GHT”?
La dificultad de verificación y oficialización de este tipo de retos personales ha sido también protagonista en la aventura de Sandes y Griesel. Desde el anuncio de su intento, varias voces han criticado el hecho de que se hablara de un récord o FKT debido al itinerario escogido. “Este tipo de declaración muestra una falta de comprensión sobre la historia de Great Himalayan Trail y las numerosas variaciones de ruta posibles”, explica en una extensa carta abierta Seth Wolpin de Himalayan Adventure Labs, donde llevan un recuento de los diferentes intentos a la emblemática ruta. Esta visión es compartida, entre otros, por la británica Lizzy Hawker que el año pasado estableció su marca en 35 días, sobre un trazado notablemente más duro.
Y es que el Great Himalayan Trail no es, como pudiera parecer, un único sendero definido, sino más bien una red de caminos que atraviesa el país. La propuesta de los sudafricanos no era otra que seguir el recorrido marcado dos años antes por Andrew Porter que, aunque también presentaba pasos técnicos, se basaba en los senderos más corribles y a menor altitud. En esa línea, sí que han conseguido batir el récord de su compatriota, puesto que han reducido en algo más de 3 días y 9 horas su tiempo.
«Sabemos que no es la ruta más difícil para cruzar Nepal», contesta Griesel. «Un FKT no está súper regulado. Permite la creatividad. Permite a diferentes personas, con diferentes habilidades, establecer diferentes puntos de referencia, para que otras personas puedan medirse contra eso».
Próximos proyectos
El GHT no ha sido su primer reto conjunto. A parte de ser compañeros habituales de entrenamiento, ambos rompieron el récord de la Gran Travesía Drakensberg en su país hace ahora 4 años. Y posiblemente haya más en el futuro.
Pero eso será en el futuro. Ahora los deportistas regresarán a su casa para un merecido descanso. Mientras Ryno Griesel volverá a su trabajo diario en la contabilidad. Ryan Sandes tendrá un par de semanas de descanso antes de afrontar su primera ultratrail de la temporada: nada menos que Transvulcania en la isla de La Palma (Canarias). Más adelante, el ganador de la última Western States se centrará en su principal objetivo de 2018, el Ultra-Trail del Mont Blanc.

