El pasado martes 17 de agosto los corredores Ramón González, vencedor de Desafío Cantabria 2019 y El Soplao 2013, y José Antonio García fueron rescatados con vida en el macizo central de Picos de Europa.
Habían partido dos días antes desde Poncebos (Asturias), con la intención de comenzar desde allí la Ruta del Cares, recorrer la Canal del Agua, pasar por el refugio de Jou de los Cabrones, Amuesa, Bulnes y regresar a Poncebos en el mismo día. Sin embargo, la niebla les desorientó y acabaron enriscados en una pared vertical a 1.600 m de altitud, lejos de su trazado previsto.
Al ver que no regresaban, ese mismo domingo 15 un vecino suyo de Corrales de Buelna dio la señal de aviso a las 21:30 horas , comprobándose dos horas más tarde que el vehículo seguía aparcado.
El lunes se inició el operativo de búsqueda, en el que participaron la Sección de Rescate e Intervención en Montaña (SEREIM) de Cangas de Onís, la Unidad de Vuelo de Helicóptero de Zona (UHEL) de Asturias y el helicóptero del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), así como diversos montañeros y la guardería del refugio de Jou de los Cabrones. No hubo suerte en la primera jornada pero sí en la segunda, cuando a las 14:30 horas unos montañeros escucharon gritos de auxilio en la zona de Ario, en un lugar muy poco transitado cercano a la canal de Ría y la del Agua.
Los dos corredores se encontraban abrazados en una repisa, frente a un vacío de 30 m, a la que los grupos de rescate tuvieron que acceder en helicóptero. “Salvo la deshidratación y el agotamiento lógico después de haber pasado dos noches a la intemperie, su estado de salud, afortunadamente, es bueno”, confirmó el GREIM a ElComercio.es.
“Si llegamos a estar otra noche, no sabemos lo que hubiera sucedido”
Los dos rescatados, que formaban parte de la Sociedad Deportiva de los Corrales de Buelna, tenían mucha experiencia en montaña, se encontraban en buena forma física y conocían la zona, factores que jugaron a su favor en esta situación tan comprometida.
“Decidimos no movernos y es lo que nos ha salvado. Pudo haber salido mal, si llegamos a estar otra noche no sabemos lo que hubiera sucedido. Sufrimos mucho, lo pasamos muy mal, sobre todo por las noches, hacía mucho frío. Llevábamos un pantalón corto. Esta mañana comimos la última mitad de barrita energética. El sitio estaba muy complicado, salimos rozando las peñas. Hemos tenido suerte hasta en el rescate”, concluyeron.
