Mireia Miró ya se encuentra en los Estados Unidos para disputar la Pikes Peak Marathon de la Copa del Mundo, aunque los problemas en la rodilla que sufrió hace sólo una semana en la Sierre Zinal, lo que obligará a la española a asumir el rol de “pacer” o “liebre”, es decir, marcará el ritmo en la subida a sus dos compañeras de equipo, Emelie Frosberg y Kasie Enman, que ya han anunciado que irán a por el récord de la carrera.
“Nos fuimos la madrugada del lunes, después de Sierre Zinal. Aunque el viaje es bastante largo, el hecho de no terminar Sierre Zinal me ha hecho llegar bastante entera físicamente. Aún me estoy adaptando al desfase horario, pero lo peor creo que es el calor que hace durante el día, es un calor muy seco a sumarle la altitud, ya que estamos a 2.000m y la carrera asciende a 4.300m” comentaba Mireia recién llegada a Manitou Springs, donde el equipo Salomon ha instalado su cuartel central.
Después de la retirada el pasado fin de semana de Sierre Zinal, es posible que Mireia no termine la prueba, y sólo haga la parte de ascenso, buscando hacer un trabajo de equipo. “El récord de la carrera femenina en Pikes Peaks data de 1983. Es una carrera marcada con un punto rojo en el calendario de Salomon, y participaremos tres chicas: Kasie Eman, Emilie Forsberg y yo. Mi papel en esta carrera será diferente de lo habitual, sobre todo viendo que tuve que parar en Sierre Zinal el fin de semana pasado”.
“Tanto Emilie como Kasie estarán en la línea de salida con la idea de intentar batir el récord, y yo las intentaré ayudar todo lo que pueda dentro de mis posibilidades. Esta semana estamos haciendo un gran trabajo con el fisioterapeuta pero la idea es parar en la cima y no hacer la bajada, que es lo que me puede causar más problemas. Es una nueva experiencia y tengo ganas de participar en esta tentativa de recuerdo, con un papel más pasivo que activo, pero es un gran récord y un gran reto tanto para Emilie como para Kasie” apuntó Miró.
En lo que al recorrido de la prueba se refiere, Mireia comentó que “llegamos el lunes a Manitou Springs, donde se desarrolla la carrera. Hemos ido a reconocer el recorrido un par de días. Había oído que en EEUU las carreras por montaña son bastante planas y técnicamente muy fáciles y Pikes Peak no es una excepción. En la cima de Pikes Peak (4.300m) llega una carretera asfaltada, un tren y el camino por donde se realiza la carrera”.
“Será una carrera muy rápida y difícil de gestionar dado que se tendrá que tener cuidado con la altura ya que puede pasar mucha factura. Hemos ido a entrenar un par de días en el recorrido y me he encontrado lenta, debido a la altura, el calor… son factores que deberán tenerse muy en cuenta en la gestión de la carrera ya que el terreno es fácil y permite «embalarse» demasiado y pagar los sobreesfuerzos después” finalizó Mireia.