Gran estreno de la temporada de carreras por montaña para uno de los mejores corredores españoles, el bejarano Miguel Heras, que ha conseguido su primera victoria internacional del año en la carrera The North Face 100 en Taiwán. Es, además, el estreno de Heras en la competición, de la que lleva apartado desde el pasado mes de octubre, cuando anunció que no podría acudir a las dos últimas pruebas de su calendario. Sin ir más lejos, Heras publicó en su blog personal que “desde Octubre no estaba en una línea de salida y tenía una sensación rara, como si fuese nuevo para mí.”
Por tanto, Heras retoma la senda de la victoria en estos primeros meses de año, en los que ultima la preparación para las carreras en las que competirá en los meses centrales del año, entre las que destacan sobre todo la Western States 100 californiana y el The North Face Ultra Trail Mont Blanc europeo.
Antes del día de carrera, Heras reconoció el recorrido y le pareció “duro. Pocos días antes había visto una pequeña parte del recorrido y sabía que iba a ser un día duro, aunque nunca pensé que tanto. Comenzamos en subida por un puerto de carretera, aunque pocos kilómetros después entramos en la que iba a ser la parte más bonita de la carrera, una pequeña senda dentro de la selva”.
Tras esa primera parte de carrera, Heras se enfrentaba a muchos kilómetros de asfalto; “empecé a notar con más fuerza el alto porcentaje de humedad que existe en el ambiente. Mis piernas y brazos afinaban a marchas forzadas y eso no me gustaba nada. Mi amigo Pau, que me hacía de asistente desde una moto, me ofrecía continuamente comida, aunque este calor no me dejaba probar bocado, cosa que no era nada buena”.
Pero entonces el español, a falta de los últimos 30 kilómetros, sufrió problemas físicos que casi le obligan a abandonar a disputa de la carrera; “ha sido la vez que más he sufrido a nivel muscular en una carrera” añadió el corredor después de llegar a la línea de meta.
A partir de ese punto, Heras comenzó a “tener una sensación de agotamiento importante pero me niego a que me venza. Intento comer sin ganas unos trozos de piña que Pau tiene preparados en la bici con la que ahora me asiste. Intento marcarme un ritmo cómodo pero seguro para poder completar los 29 km que aún quedan por delante, aunque presentía que iban a ser muy, muy duros. No me equivoqué nada. Mi cuerpo empezaba a pasarme factura y llegar a meta iba a ser un milagro. Pero la fe existe y apretando los dientes y poniendo mi mente en blanco pude al fin cruzar una meta que nunca llegaba”.
La próxima cita de Heras con la competición en la montaña será en España, donde competirá por primera vez desde su segunda victoria en Cavalls del Vent de 2011. Será a finales de este mismo mes de abril, cuando dispute el Kilómetro Vertical Candelario, lo que supondrá una extraña parada para todo un especialista en carreras de ultra distancia.
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