¿Qué hace un corredor profesional durante las horas previas a una gran carrera como la UTMB? Estuvimos junto a Luis Alberto Hernando en la última edición y vimos uno de sus rituales básicos, el de protegerse con esparadrapo los tobillos para poder ir rápido en las bajadas. Siempre lo hace unas horas antes de la salida: “Es mejor no ponérselo en el último momento por si molesta que de tiempo a ponerlo otra vez”.
También quisimos saber cómo gestionaba la comida previa a la prueba. Comió dos horas antes: “Es un ritmo tranquilo, no creo que salgamos muy rápido, aunque lleves la barriga un poco pesada creo que interesa ir cargado, ya dará tiempo a hacer la digestión. En los dos años anteriores el ritmo fue tranquilo”, pero luego matiza: “Tampoco interesa ir demasiado lento para no ir apelotonado a los avituallamientos”.
“Después de 18 horas [la mochila] parecerá un saco de cemento a la espalda”
Los productos que iba a consumir durante la carrera andaban por allí, preparados en cinco bolsas, así como las zapatillas y la ropa que iba a llevar. Ya que estábamos, le pedimos que vaciara la mochila y esto es lo que vimos: cortaviento, silbato, manta térmica, dos frontales, pilas, venda adhesiva, una chaqueta, una camiseta, guantes de calor, otros impermeables, un gorro y el móvil. “Es importante ir cómodo aparte de ligero”, decía él. “Si te va botando la mochila vas mal, es mejor llevar 100 o 200 gramos más e ir confortable, que no te roce ni se mueva”. Con el agua y la comida dentro, Luis Alberto calculaba que el peso sería de dos kilos. “Después de 18 horas parecerá un saco de cemento a la espalda”.