Luca Manfredi ha sido suspendido de manera cautelar por la Audiencia Italiana Antidopaje tras dar positivo en acetónido de triamcinolona en un control realizado en Lavaredo Ultra Trail, el pasado 26 de junio, en la que no terminó.
A falta de que la sanción se haga firme, se trata de la segunda vez que el corredor italiano se ve salpicado por un caso de dopaje, tal y como ha apuntado widermag.com. Y es que, en 2010 cuando competía en ciclismo, durante un análisis de control realizado por la Comisión Ministerial durante la celebración del Gran Fondo delle Alpi, le fue detectada la presencia de anfetaminas y efedrina. Entonces la consecuencia para Luca Manfredi fue la inhibición durante dos años para ocupar cargos dentro de CONI, FSN o DSA; además, la sanción también afectaba a su participación a eventos deportivos dentro del territorio nacional, imposibilitándole la inscripción en cualquier disciplina deportiva.
Manfredi es un destacado corredor de ultras italiano, que saltó a la fama internacional cuando en junio de 2020 rompió el oficioso récord mundial de desnivel positivo en 24 horas con 17.000 m ascendidos. Ostentó la marca menos de 3 meses, ya que Aurelién Dunand-Pallaz subió el listón a 17.218 m+.
El italiano corredor de 36 años, apoyado por numerosas marcas de material, tiene un notable palmarés con victorias en pruebas como los 72 km de Chianti Trail Ultra 2021, los 100 km del UTVV Slovenia 2019 o los 180 km Adamello Ultra-Trail 2018, y podios como el de las 100 Millas de Istria 2019. También ha competido en nuestro país, finalizando en séptima posición en la última Ultra Sierra Nevada o en la 15ª en Transgrancanaria 2019.
César Canales: “Cuesta mantener la inocencia cuando te pillan dos veces”
Hemos contactado con el doctor César Canales, con amplia experiencia en temas de dopaje, para que nos dé su opinión sobre el caso.
“Se trata de un glucocorticoide sintético que se utilizó mucho a finales del siglo pasado, sobre todo en los años 90. Es un antiinflamatorio muy potente que se utilizaba vía infiltración para tratar patologías musculoesqueléticas o incluso reumatológicas, que no debería ser el caso. Actualmente hay mejores tratamientos que las infiltraciones para eso”, apunta el asesor médico de competición y tecnificación médico de la FEDME.
“No conozco los pormenores del caso y habrá que esperar a las alegaciones. Pero lo que está claro es que tanto los estimulantes de 2010 como el “trigón” [marca comercial del fármaco] de ahora son sustancias baratas, fáciles de conseguir y que no necesitan de colaboradores, aunque su incidencia en el rendimiento está a años luz de otras como la EPO. Eso sí, habiendo tenido problemas en el pasado, debería tener claras las sustancias que se pueden o no utilizar. Cuesta mantener la inocencia cuando te pillan dos veces”.