“Siempre había pensado que el ciclismo en carretera tenía muchos riesgos coexistiendo con el tráfico de automóviles. Ayer lo viví en mi propio cuerpo. Somos muy vulnerables, pero también muy resistentes… después de cruzarme con un coche grande en un camino demasiado estrecho e impactando brutalmente, el resultado es ‘sólo’ una fractura clavícula. Por favor, respeta a los ciclistas”.
Estas eran las palabras de Laura Orgué unas horas después del accidente sufrido el pasado sábado. “Estaba en una carretera estrecha, de esas que no pasa mucha gente, y yo iba de bajada. En una curva cerrada sin mucha visibilidad me apareció de frente ‘una pick up’, estuve a punto de esquivarla, pero finalmente impacté con la parte de detrás del coche”, nos explicó más adelante.
El conductor, “con un gran susto encima”, se detuvo a socorrer a la deportista, la ayudó a subirse a su vehículo y la trasladó hasta el Hospital de Igualada. “No perdí la conciencia en ningún momento, aunque en aquellos momentos estaba un poco aturdida y no sabía exactamente qué me dolía”, reconoce. Una radiografía vislumbró una fractura en la clavícula izquierda, por la que tendrá que portar un cabestrillo en el brazo por lo menos durante las próximas tres semanas.
De esta manera, la atleta más laureada de la historia del skyrunning -con 5 Copas y 6 Campeonatos del Mundo en Kilómetro Vertical- se perderá un final de temporada que se presentaba muy interesante. El próximo sábado tenía pensado viajar a la Limone Extreme para defender su tercer puesto en las Sky Classic World Series y su cuarto en la clasificación combinada. Tampoco podrá participar en la gran final de las Golden Trail Series de la Otter Trail en Sudáfrica, donde llegaba tercera y con opciones de llevarse el triunfo en la general.
La catalana espera estar lista de nuevo para la próxima temporada de invierno cuando, como el año pasado, se olvidará del esquí de montaña para ayudar al equipo de esquí de fondo andorrano desde el cuerpo técnico.