El pasado domingo Laura Orgué Vila hizo público su adiós a la alta competición. Tras 15 años dedicando su vida al deporte, primero al esquí de fondo y después a las carreras por montaña, con una exitosa pero corta incursión en el skimo, la atleta catalana anunció su retirada de la alta competición.
“El año que viene no tengo la intención de seguir compitiendo en la forma que lo he hecho hasta ahora. Han sido muchos años de buscar el máximo rendimiento y ya hace un tiempo que siento que cuerpo y mente me empiezan a tirar algún mensaje de aviso. Accidentes, lesiones, épocas de falta de motivación competitiva y que, en muchos casos, me siento más observadora que protagonista son algunos de los indicios que me dicen que este es el momento”, expresó en un mensaje en sus redes sociales, reconociendo que probablemente se vuelva a colgar un dorsal porque “me gusta demasiado”, pero no con la misma dedicación que hasta la fecha.
A sus 33 años, con estudios en abogacía, seguirá viviendo de cerca el deporte, aunque desde otro prisma. Como nos explicaba en otra entrevista en mayo de 2017, está desarrollando su carrera profesional en el campo de la mediación deportiva. “No puede ser que los valores y la filosofía que son la esencia de la actividad deportiva se pierdan cuando hay un conflicto entre personas o equipos”. Además, desde las últimas campañas invernales trabaja como técnico del equipo andorrano de esquí de fondo.
Un palmarés al alcance de muy pocos
La trayectoria de Laura Orgué es una de las más exitosas y completas de los deportistas de montaña en España. Primeramente en el esquí de fondo, deporte en el que fue olímpica en tres ocasiones (2006, 2010 y 2014) y en el que consiguió un top10 en la modalidad de 30 km, el mejor resultado de la historia a nivel estatal.
Como forma de entrenamiento veraniego empezó a integrar las carreras por montaña en su vida y en 2009 ganó su primera carrera, La Cuita al Sol, superando a la entonces estrella emergente Mireia Miró. Después vendrían decenas de triunfos a nivel internacional. Ganó cinco veces la Copa del Mundo de Kilómetro Vertical (2012, 2013, 2014, 2015 y 2017), tres el campeonato en la explosiva modalidad (2014, 2016 -después de que la vencedora de la prueba, Christel Dewalle, fuera sancionada por dopaje– y 2018) e incluso se proclamó vencedora de la Copa del mundo de Skyrunning en una ocasión (2015). La mala suerte quiso que no consiguiera su segunda corona el año pasado debido a un atropello cuando entrenaba en bicicleta.
La de Igualada (Barcelona) no se limitó únicamente a competir en el KV, modalidad en la que ha sido la mejor de la historia, y en los últimos años se reinventó en carreras más largas. “Me viene muy bien un poco de incertidumbre”, nos decía antes de arrancar la pasada campaña, con varios maratones en su programación.
En el esquí de montaña se prodigó menos aunque en las carreras verticales, “la suma de sus dos deportes”, brilló también con intensidad. Además de varios títulos estatales, se llevó el bronce en la Copa del Mundo de Carreras Verticales en la campaña 2015-16.
Su secreto: la autoexigencia
“Cada deporte tiene sus peculiaridades técnicas y exigencias físicas, y es bien sabido que hay que trabajar todas para poder rendir al máximo y hacer un buen papel en los circuitos internacionales. He vivido muchos años dedicando mi tiempo y esfuerzo mayoritariamente a la preparación de las competiciones. Considero que he conseguido un nivel que me ha satisfecho y llenado, aunque la vocecita de la ‘deformación’ profesional que llevamos dentro de los deportistas me comenta que quizás hubiera podido ser mejor”, continúa en su mensaje de despedida.
Con la discreción como sello de identidad, algo que tal vez le haya hecho pasar más desapercibida que lo que sus éxitos merecían, y con una espectacular capacidad de sacrificio, Laura Orgué se ha distinguido como una competidora nata que nunca escatimó esfuerzos por seguir mejorando. “Soy competitiva y exigente conmigo misma. A veces me asusto porque mi propio juicio es mi peor rival”, nos llegó a confesar en otra conversación.
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