Los tipos de personal que componen la organización de una carrera por montaña son bastante diversos, así como sus funciones. Podemos encontrar personal contratado por cuenta ajena, empresas o autónomos subcontratados, así como personal voluntario.
Las funciones que hay dentro de la organización de la carrera también son bastante variadas, desde la señalización de itinerarios, el montaje de la meta (escenarios, equipos de audio-vídeo, etc.), el transporte de personal o mercancías, cocina y avituallamientos, comunicación, controles de paso, entrega de dorsales, seguridad, asistencia sanitaria, etc.
No vamos a entrar aquí en las obligaciones legales en materia de seguridad laboral, seguridad vial, seguridad alimentaria, de protección contra incendios o espectáculos públicos que se aplican a todas estas tareas, porque excede el espacio disponible para este artículo. No obstante, queremos llamar la atención sobre las medidas de prevención de accidentes y actuación en caso de emergencia que todo organizador de carreras por montaña debe aplicar en determinadas tareas, que frecuentemente realiza personal voluntario, tanto antes, como durante y después de la carrera. Nos estamos refiriendo específicamente a estas funciones:
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Reconocimiento de itinerarios en la montaña.
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Montaje y desmontaje de carpas o estructuras de protección en la montaña.
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Transporte de mercancías y/o personas en la montaña.
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Señalización y retirada de señales de itinerarios en la montaña.
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Despliegue y repliegue de personal para puntos de control y/o avituallamientos en la montaña.
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Rescate y asistencia sanitaria en montaña.
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Corredores “escoba”.
Las personas responsables de todas y cada una de estas funciones tienen que adentrarse en un terreno montañoso que, por definición, es difícil, aislado y hostil, y, por ello, el cumplimiento de tales funciones debe estar sometido a las siguientes medidas de seguridad:
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Evitar la actuación en solitario, salvo circunstancias excepcionales o cuando el nivel de riesgo así lo permita. El personal debe ir en parejas o, mejor, en grupos de tres personas.
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El personal siempre debe disponer de algún medio de comunicación operativo para la zona donde van a trabajar o permanecer.
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El personal siempre debe portar un botiquín de primeros auxilios.
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La fecha de realización de estas tareas debe ser comunicada y planificada por la organización.
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Al menos una persona debe estar, en una zona con cobertura, haciendo el seguimiento del inicio y finalización de las tareas previstas.
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El inicio y finalización de la tarea debe ser comunicada puntualmente a la persona que haga el seguimiento de los trabajos.
Aspectos sanitarios de una carrera por montaña
Un elemento previo en materia sanitaria para una carrera por montaña es que se pueda comprobar que el estado de salud de los corredores es el adecuado para el tipo de carrera que van a realizar. Los casos de fallos cardíacos en corredores durante las carreras, tanto en asfalto como por montaña, son los casos extremos. Habitualmente, esto se suele resolver solicitando al corredor que aporte un certificado médico como que está apto para realizar dicho esfuerzo.
El problema es que esta clase de certificados médicos genéricos, que puede emitir y suscribir cualquier médico de atención primaria de los centros de salud, no está basado en pruebas objetivas o que permitan detectar auténticos problemas de salud cuando los corredores se vean sometidos al nivel exigencia física de la carrera. Un certificado médico, para que tenga una eficacia preventiva, requiere que se haya realizado previamente una prueba de esfuerzo, interpretada por un médico especialista en medicina deportiva, tal y como establecen los distintos documentos de consenso emitidos por la Sociedad Española de Medicina del Deporte (www.femede.es). Este tipo de pruebas médicas tienen un coste más elevado que un reconocimiento médico general, pero es suficiente con hacerse uno al año y que sirva para distintas carreras.
En materia sanitaria, además, hay que organizar el dispositivo de asistencia sanitaria durante la carrera. En un evento deportivo que se realiza en un entorno urbano, puede ser suficiente con dos ambulancias y su correspondiente equipo humano (conductor y técnico de emergencias sanitarias o enfermero), más algún puesto médico avanzado en los eventos que así lo requieran. El problema en la montaña es que el acceso y/o evacuación de una persona herida no se puede hacer en cualquier punto del itinerario por personal sanitario y, además, el centro de asistencia médica definitiva puede y suele estar a más de una hora, lo cual implica que:
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Los voluntarios en los puntos de control y/o avituallamiento deben tener formación básica en primeros auxilios en montaña, y disponer de un botiquín con el material correspondiente a dicho nivel de formación.
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Se debe ubicar ambulancias todoterreno en aquellas vías de evacuación a las que puedan acceder este tipo de vehículos.
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El personal sanitario de estas ambulancias todoterreno o de puestos sanitarios avanzados en montaña, deben ser especialistas en medicina de urgencias en montaña, con capacidad para aproximarse por terreno montañoso, incluso por la noche, hasta un paciente que no puede ser movilizado o evacuado.
En las carreras tipo ultra trail debería exigirse la participación previa en otras tipo maratón o incluso otras ultra trails, pues esto permite controlar que efectivamente los participantes en este tipo de carreras cumplen unos requerimientos físico-técnicos mínimos que sirven de medidas de prevención de accidentes.
Por supuesto, antes de la carrera se debe realizar siempre una charla técnica (briefing), que incluya:
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Información logística importante sobre horarios, puntos de salida, bolsas de los corredores, aspecto y significado de las señales, etc.
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Cualquier modificación en los itinerarios o si se activan itinerarios alternativos.
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Repaso de los principales riesgos y medidas preventivas.
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Dar el número de teléfono de emergencias de la organización o, en caso de que sólo tengan cobertura de otras compañías telefónicas, recordar el 112.
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Previsión meteorológica.
En cuanto al material obligatorio, debe incluir calzado y vestimenta adecuados, chaqueta impermeable (pantalón y guantes impermeables en las carreras tipo ultra trail), manta aluminizada de supervivencia, gorra, guantes, silbato, comida, sistema de hidratación (al menos 1 litro), teléfono móvil, mallas largas y camiseta de manga larga térmicas, linterna frontal y pilas de repuesto, GPS de mano o reloj GPS, venda adhesiva para vendaje taping (mínimo 1 metro). Obviamente, el material obligatorio debe controlarse antes de la salida, mediante muestreos aleatorios y, durante la carrera, por los responsables de los puntos de control cuando vea o sospeche que algún corredor no lleva el material obligatorio.
Pedro Carrasco. Es el CEO y socio fundador de ISOAVENTURA, S.L. consultoría especializada en el turismo activo. Entre otras titulaciones es Doctor en Derecho, Máster en Protección Civil y Gestión de Emergencias, Máster en Prevención de Riesgos Laborales, Técnico Deportivo de Media Montaña. Miembro del Consejo Asesor Científico de las Montañas (FEDME) y gerente de la Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo (ANETA). Ha sido el responsable de seguridad de varias carreras por montaña, como la Ultra Trail Canfranc-Canfranc, la Ultra Trail Guara Somontano y Gailurra Xtreme: Monte Perdido.
Alberto Ayora. Es el responsable del Comité de Seguridad de la FEDME y miembro del Consejo Asesor Científico de las Montañas. Entre otras titulaciones es Máster en Derecho de los Deportes de Montaña. Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales. Auditor de Sistemas de Prevención. Especialista en Emergencias y Protección Civil. Miembro de los Comités Técnicos de Normalización (AENOR) AEN/CTN 187 SC2 Espacios Naturales Protegidos y AEN/CTN 188 SC3 Turismo Activo. Es autor de los libros “Gestión del riesgo en montaña y en actividades al aire libre” y “Riesgo y liderazgo. Cómo organizar y guiar actividades en el medio natural”, ambos de la editorial Desnivel.