La historia del positivo de Gonzalo Calisto en la pasada edición del Ultra Trail Mont Blanc ha dado una nueva vuelta de tuerca tras el lanzamiento de un comunicado lanzado por la International Trail Running Association (ITRA), en el que expone una cronología de los hechos que se remonta a meses antes de la prueba alpina.
Según reza este comunicado, la primera vez que se encuentran valores anómalos en el análisis de sangre de Gonzalo Calisto fue meses antes de la disputa del UTMB; concretamente fue antes de la disputa del Campeonato del Mundo de Trail, celebrado a finales de Mayo en Annecy.
“El perfil hematológico de Gonzalo Calisto presentó algunos valores anormales que hicieron que el atleta fuera convocado antes del comienzo de la carrera a una reunión con la comisión médica, formada por dos doctores y un miembro de la asociación “Atletas por la Transparencia” apuntan desde la ITRA.
“El origen ecuatoriano de Gonzalo Calisto puede ser responsable de algunos perfiles hematológcos anómalos, así como su exposición continua a niveles de grandes altitudes, por encima de 5.500 metros fueron tenidos en cuenta para clasificar su perfil hematológico como “Atípico”, en lugar de anómalo, por lo que se le dio autorización para participar en los Campeonatos del Mundo de Annecy” relata la ITRA
“Esta información sobre su perfil fue transmitida a una organización responsable de la lucha contra el dopaje. Las dos posibilidades presentadas por “Atletas para la transparencia” para explicar esto eran un perfil genético específico o el consumo de EPO”, explica la ITRA.
Pero el caso de Calisto volvió a la atención de la ITRA cuando este se presentó en el UTMB; “Gonzalo Calisto nos mandó una segunda muestra sanguínea el 27 de agosto a las 13:45, antes del comienzo del UTMB. Su perfil hematológico volvió a mostrar varias anomalías. Con el argumento de tener un perfil genético específico debido a su origen ecuatoriano, se volvió a etiquetar como anómalo y se le permitió correr el UTMB”.
A partir de ahí es cuando la IAAF toma el relevo de la ITRA y es la que se encarga de las pruebas posteriores a la carrera, en la que vuelve a dar altos niveles de Epoyetrina. Desde la ITRA apuntan a que “la única obligación de la IAAF es publicar el listado de las sanciones por dopaje, pero sin la obligación de informar a nadie más, excepto al propio atleta, así que es necesario seguir las noticias de cada federación para informarse sobre las sanciones. Por esta razón el positivo de Gonzalo Calisto sólo fue descubierto el pasado 19 de julio”.
Asimismo, desde la ITRA destacan que su papel a partir de la aparición de un positivo no es el de sancionar, sino asegurar que el corredor en cuestión es descalificado de todas las carreras en las que haya participado desde el día del positivo, así como no permitir su participación en ninguna carrera asociada a la ITRA durante los dos años de sanción.