Históricamente, los países que más corredores han aportado a la élite de las carreras por montaña han sido España, Italia, Francia o Estados Unidos. Con la popularización del deporte por todo el mundo, cada vez hay más corredores que llegan a lo más alto y compiten de tú a tú con los mejores atletas de montaña del mundo.
De entre esos atletas, hay un grupo que se ha desvelado como una serie de competidores voraces, con calidad para poder disputar desde kilómetros verticales a los ultras más largos del mundo, ya sea en condiciones de calor o frío, con mucho o poco desnivel…
Como ya hiciera Ragnar Lodbrok hace unos cuantos siglos, los corredores vikingos han conseguido conquistar un deporte que, en principio, no parecía diseñado para ellos, pero del que se han apoderado igualmente.
Emelie Forsberg, el inicio de todo
Si hay un nombre que ha conseguido impulsar el mundo de las carreras por montaña en los países nórdicos es Emelie Forsberg. Llegó como una desconocida a la Zegama en el año 2012 y se subió al podio. Desde entonces, no ha dejado de competir y vencer en varias de las carreras y circuitos más prestigiosos del planeta.
En su haber cuenta con títulos de Campeona del Mundo en distintas modalidades, así como victorias en importantes carreras por todo el globo. A día de hoy, Emelie es una de las mayores embajadoras que tiene el trail running.
Actores “secundarios” de lujo
Si es Emelie Forsberg la actriz principal de esta película, los actores secundarios han conseguido dar al trail running nórdico más empaque, evitando que se vea el éxito de Forsberg como una deliciosa coincidencia, sino como el origen de un movimiento que está asentándose en aquellos países, con la llegada de sangre nueva.
Es el caso de Yngvild Kaspersen; de jugadora de fútbol a corredora de montaña, así de extraño ha sido el camino de la noruega para llegar a ser una de las grandes sorpresas del año en el mundo de las carreras por montaña. Vencer en Zegama te pone en el mapa de forma inmediata, aunque Yngvild ya venía apuntando desde 2015 que podía convertirse en una de las jóvenes pistolas del trail running de la segunda mitad de la década.
No tan joven, pero con una irrupción igual de estelar, está Ida Nilsson. Reticente a probar esto de la montaña, Kilian y Emelie la convencieron para dar el salto. Y tan alto fue el salto que la llevó a vencer toda una Transvulcania, otra de esas carreras que te alzan al estrellato de un sólo golpe.
Pero lo de Ida Nilsson no ha sido flor de un día, y además es una corredora capaz de rendir en distancias medias, de entre 25 y 40 kilómetros, así como en ultras cortos, algo que su pasado como atleta le permite, con una mezcla impresionante de fuerza y velocidad.
Otra de las sorpresas de este año que lleva nombre nórdico es Stian Angermund; casi nadie conocía a este corredor que en el Campeonato del Mundo de Skyrunning se alzó con todo el protagonismo. Se proclamó Campeón del Mundo de Kilómetro Vertical y, 24 horas después, también se proclamó Campeón del Mundo de Skyrace, lo que además le daba otro oro: el de la clasificación combinada.
El pelotón de corredores nórdicos que se cuelan de forma sistemática en los primeros puestos de las principales carreras europeas lo completan atletas como Rolf Einar Jensen, Andre Jonsson, Stian Overgaard, Eirik Haugsnes o Hilde Anders, que completan una horda que ha puesto a Europa en guardia doce siglos después.
2016, el año vikingo
Con esta serie de resultados, con victorias en Campeonatos del Mundo o carreras del máximo nivel, como Zegama o Transvulcania, el trail running nórdico se ha asentado como uno de los más potentes del mundo. Y eso que este año Emelie Forsberg ha estado lesionada, aunque ha vuelto con victoria en la Copa del Mundo de Kilómetro Vertical.

A esto hay que unir una presencia continua durante los últimos tres años de la Tromso Skyrace entre las pruebas de las Skyrunner World Series, lo que da una continuidad a la expansión del trail running por tierras vikingas, poco pobladas, pero con una gran capacidad de sacar corredores de montaña del máximo nivel para conquistar el resto del continente. Ragnar Lodbrok estaría orgulloso de sus descendientes.