El otoño es el momento de los festivales de cine de montaña en nuestro territorio. Si el pasado mes de noviembre le tocó el turno al Torelló Mountain Film Festival, el próximo fin de semana subirá el telón la décima edición del Mendi Film Festival en Bilbao. Cientos de rodajes e historias de montaña se colarán por unos días en la gran pantalla y el trail running también tendrá su hueco.
“No podemos hablar en estos momentos del trail running como un fenómeno audiovisual. Aunque es una actividad que por número de practicantes tiene mucha repercusión, está todavía sin desarrollar”, nos explica Javier Baraiazarra, director del Mendi. “En este sentido –continúa-, se parece más al esquí alpino, en el que sigue siendo difícil encontrar piezas de calidad, tanto a nivel de imagen como de guión. El grueso de la producción parece estar muy apoyado por las marcas y la promoción de productos y atletas, mientras que en el cine de montaña general hay mucha mayor riqueza creativa”.
Esta inmadurez cinematográfica se relaciona, según Baraizarra, con la explosiva evolución del deporte. “Correr en el monte era algo que se llevaba haciendo muchos años de forma espontánea y que, por ejemplo, formaba parte de la rutina de entrenamiento de muchos alpinistas. Pero ahora ha vivido un gran boom con la competición que ha atraído a mucha gente ajena a este contexto anterior. De alguna manera, pienso que todavía tiene que encontrar su sitio en un mundo con un carácter tan marcado como el de la montaña. Tal vez vengan puedan venir por ahí los próximos documentales”.
«Las 3 películas que hemos escogido este año tienen un tinte diferente a los habituales videoclips de marca»
Sin embargo, las películas de trail running van poco a poco ganando en calidad. “Recuerdo hace tres años el film de la Dragon’s Black Race -rememora Baraizarra- que nos impactó porque hablaba de una carrera muy distinta. Las 3 películas que hemos escogido este año tienen un tinte diferente a los habituales videoclips de marca”.
El cine de montaña, y en menor medida el del trail running, han evolucionado mucho “en los últimos 10 o 15 años. Por un lado han entrado realizadores que, si bien no conocen el mundo de la montaña, son muy buenos en su trabajo. Por el otro, se ha incorporado una hornada de directores, cámaras y productores que a su vez son excepcionales alpinistas. Mezclar la excelencia en los dos campos está dando lugar a películas maravillosas”.
Un ejemplo de esta versatilidad en las labores fílmicas y la práctica deportiva la representa en el mundo de las carreras Sébastien Montaz-Rousset. El francés ha dirigido, entre otras, las películas del proyecto ‘Summits of my life’ de Kilian Jornet y es una de las grandes influencias del sector. “Estos films sí tienen un gran nivel, como demuestran todos los premios que están ganando. Además, ‘Seb’ ha sabido reflejar a la perfección lo que Kilian transmite. Pienso que está marcando estilo y que es un buen camino a seguir para el cine de trail running”.
Las propuestas corremontes del Mendi Film Festival
De las 51 películas seleccionadas por el festival vasco, tres tendrán a las carreras por montaña como hilo conductor.
109 horas (66’), de Dimo Petkov. Kiril Nikolov es un corredor búlgaro acostumbrado a ganar casi todas las carreras de su país. Sin embargo, al tratar de lograr el record de una famosa ruta de 600 km con 16.000 m de desnivel, tuvo que abandonar 11 km antes de finalizar. Un año después regresa para hacer un segundo intento.
Aurrera (7’), de Mikel Peña, narra la historia de Irene Sarrionandia, una mujer que con 68 años lleva más de 40 corriendo. Empezó a correr por el monte cuando aún este tipo de carreras no eran conocidas. Desde entonces ha participado en muchas de ellas. A pesar de su avanzada edad y mientras sus fuerzas sigan aguantando, no dejará de correr por el monte.
Kilian (13’), de Anthony Bonello, nos muestra la versión aventurera del atleta catalán en una actividad de esquí, escalada y trail running por las montañas de su casa en Noruega.

