Pocos focos se fijaron en ella en la línea de salida de la Transvulcania. La única pista de que podía ser una corredora con opciones de victoria era su impecable indumentaria de la marca Salomon, que dejaba claro que era una atleta patrocinada. Por lo demás, ningún aficionado habría apostado por una tal Ida Nilsson para llevarse la Transvulcania.
Y es que en la línea de salida estaba, por nombrar a unas pocas, un elenco formado por Anna Frost, doble campeona, Mira Rai, subcampeona de las Skyrunner World Series, Gemma Arenas, doble Campeona de España de Ultra Trail y Ruth Croft, otra de las mejores corredora de ultras de Oceanía.
Pero Ida Nilsson tenía un plan: dar la sorpresa y subirse al podio. Lo único que podía hacer dudar a la sueca era la meteorología: el calor podía ser su gran rival, sobre todo en el tercio final de la carrera, pero la suerte decidió que, por primera vez, la Transvulcania se desarrollara bajo nubes y un poco de lluvia.
Poco más de ocho horas después de que salieran los 1.700 corredores del Faro de Fuencaliente, Ida Nilsson llegaba a Los Llanos de Aridane como flamante ganadora, con un tiempo no muy por encima del récord de Anna Frost, y eso que se había añadido un pequeño tramo extra que alargaba la distancia un par de kilómetros.
¿Quién es Ida Nilsson?
La carrera de Ida Nilsson va ligada al tartán de las pistas de atletismo. Desde siempre, las zapatillas con clavos han sido las fieles compañeras de esta sueca a la que Emelie Forsberg y Kilian Jornet metieron el bicho de la ultra distancia en el cuerpo.
Porque Nilsson ya sabía lo que era la montaña, pero sobre todo con los esquís puestos, dado que ya ha competido en alguna prueba de esquí de montaña en su país natal. Antes, las pruebas de 3.000 metros obstáculos y los 5.000 metros eran su campo de batalla, aunque su relación con el barro ya empezó en carreras de cross country.
En el comienzo del siglo XXI, Nilsson fue la gran dominadora nacional de los 3.000 metros obtáculos y los 5.000 metros lisos. En 2003, 2004 y 2005 se proclamó Campeona de Suecia de ambas disciplinas, aunque también se llevó más medallas, de todos los colores, en esos primeros años de siglo.
También probó en distancias un poco menos ortodoxas, pero en las que era también muy competitiva. Fue campeona de Suecia de 4 y 8 kilómetros además de conseguir el récord de Suecia de los 3.000 obstáculos al completarlos en 9’39”.
Entonces, una lesión se cruzó en su camino para casi acabar con su carrera deportiva. Fracturas por estrés y problemas en su cadera la llevaron a no competir en más de un lustro, hasta que la montaña se cruzó en su camino.
Eso sí, no fue hasta agosto del año pasado cuando Ida probó el sabor de la ultradistancia. Y claro, quedó enganchada a sus 35 años, una edad más que ideal para correr largas distancias por montaña. Fue segunda en el Ultravasan, en Suecia, de 90 kilómetros, pero no volvió a correr un ultra hasta el fin de semana pasado. Y el resultado ya es de sobra conocido. Con su edad, curriculum y mentores, parece que con Ida Nilsson tenemos un nuevo nombre al que seguir en las carreras de ultra trail.
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