Pocos habían escuchado su nombre, pero este año Holly Page está siendo protagonista de muchas de las citas más importantes del trail running internacional. Se destapó con la Yading Sky Run, cuando la temporada apenas había empezado, y a lo largo de los meses ha demostrado que su triunfo en China no fue producto de la casualidad. En mayo fue la mejor británica en el Mundial de Castellón, con un noveno puesto, dos semanas antes de entrar en el top10 de Zegama. Tras visitar a unos amigos en Transilvania (Rumanía) -donde también compitió-, fue quinta en Livigno (Italia), ganó el Monte Rosa Skymarathon junto a Hillary Gerardi y ayudó a Marco de Gasperi a establecer su deseado récord. Su última proeza llegó solo hace unos días, con el triunfo en la Buff Epic Trail 42k.
Con este frenético ritmo, la corredora viste actualmente el maillot de líder de la Copa del Mundo de Skyrunning, pero lo más curioso de todo es que en todas sus citas se ha presentado en autostop. “Tengo carnet pero soy muy mala conductora, así que esta forma de viajar se ha convertido en mi única manera de llegar a las carreras, que suelen ser en pueblos pequeños y con malas comunicaciones”, nos explica.
Esto no supone un impedimento para la joven de West Yorkshire, que el año pasado llegó a la Limone Extreme a lomos de su bicicleta, tras embarcar con ella en Barcelona. Acabó cuarta. Tampoco lo es pasarse media vida en aeropuertos internacionales. La clave está en adaptarse a cada situación y sacarle el máximo partido. “Realmente no me gustan los viajes en avión -continúa-, pero intento aprovecharlo para descansar o trabajar. Me busco un lugar en el que estirar mi esterilla o donde enchufar el ordenador y listo”.
Desarrollo internacional
¿Y qué hace Holly Page en una oficina móvil que tan pronto está en el Prat de Llobregat, en la habitación de su selección en Benicassim o en la mesa de un restaurante de Zegama? “Trabajo en el desarrollo internacional con programas del Gobierno británico y también de otros países o del Banco Mundial. Mi función consiste en dirigir proyectos, negociar con los dirigentes de países en desarrollo y gestionar los recursos, normalmente en países del Sur de África. Hemos sacado adelante programas muy variados, desde agricultura en Sudáfrica a energía geotérmica en Etiopía o Uganda. Ahora estoy trabajando en un futuro plan de infraestructuras en Nigeria, en una zona que muy complicada por problemas de terrorismo”, detalla.
No hay nada que se le ponga por delante a esta joven de 28 años, que habla perfectamente castellano, pero también francés e italiano. “Desde niña he visto la importancia de conectar con las personas de todo el mundo. Mis padres eran muy viajeros y nos llevaban con unas mochilas más grandes que nosotros a lugares como los Alpes, Perú o Malasia. Íbamos en tienda de campaña y yo siempre envidiaba a mis amigos que estaban plácidamente en alguna playa”.
Del fell running al skyrunning
El deporte y la montaña también han acompañado a Page desde muy joven. Ya en el colegio, competía en la disciplina de fell running, una especie de campo a través por terrenos técnicos. “Lo mío no es genética, sino que está en la cabeza. Desde pequeña aprendí a aguantar la dureza del esfuerzo. Con 8 años mis padres nos llevaban a travesías en bicicleta de varios días por Inglaterra y, como os podéis imaginar, no paraba de llover y hacer viento”.
En los últimos años, motivada por su relación con Tom Owens, ha dado el salto al skyrunning, ampliando las distancias. Los 85 km y 5.000 m de ascenso de Penyagolosa Trails son de momento lo más largo que ha corrido. Este año intentará luchar por las Skyrunner World Series, para lo que viajará a los Dolomitas y a Andorra, si el trabajo se lo permite.
Correr para viajar, viajar para aprender
“Tal vez no debería decir esto, pero no me gusta tomarme las carreras demasiado en serio. Hay muchas más cosas en la vida que correr y estar concentrados para una competición. Mi principal motivación en la vida es aprender, por eso viajo, porque realmente cuando llegas a otros lugares y aprendes a relacionarte es cuando más aprendes. Y no hablo solo de aprender a pedir una cerveza en un bar”.
Su próximo objetivo viajero es ir a Kirguistán en bicicleta, un país de grandes y desconocidas montañas. “Siempre intento ascender al punto más alto de cada país. En Ruanda el año pasado, por ejemplo, tuve que subir con unos soldados porque estaba en una zona de guerra. Siempre estoy encontrando nuevas aventuras y por eso no soy una buena atleta. De hecho, no soy realmente una atleta, esto solo es una excusa para viajar”.
1 comentario
Creo que otro corredor se ha proclamado también campeón de mundo Over48 es de Cantabria y ni una sola mención……