En un deporte relativamente joven como el trail runing, es habitual presenciar la llegada de nuevos corredores que del día a la noche se cuelan en la élite. Sus procedencias suelen ser muy diversas: desde el atletismo, otros deportes de montaña, ciclismo, etc.
Pero dentro de esas historias siempre hay alguna que sobresale de entre las demás, y ese es el caso de Gediminas Grinius, que hace dos días se confirmó como campeón de la tercera edición del prestigioso circuito internacional Ultra Trail World Tour.
Hace dos años, pocos conocían este nombre, pero a día de hoy es ya uno de los habituales en los podios de los ultra trail más importantes del todo el mundo. Y eso que viene de un país sin apenas tradición en esto de correr por la montaña, como es Lituania.
Gediminas Grinius era un militar de la OTAN, que había servido en la guerra de Irak. Tras cumplir con su servicio, se le diagnosticó de Estrés Post-traumático, fruto de lo que allí vivió. Como ya corría de forma habitual, comenzó a hacerlo más a menudo para paliar su dolencia.
Ya había competido en otros deportes, como pentathlon militar, y su primer contacto con esto de correr fue en 2007, cuando participaría en su primer medio maratón de asfalto. Allí terminó en 1h25’, lo que no se puede considerar un corredor realmente rápido.
“Comencé a correr para poder meditar, sin embargo, con el tiempo comenzá a convertirse en una exploración de mis límites. Caundo regresé de mi misión en Irak se me diagnosticó estrés post-traumático (PTSD). Era complicado de admitir, incluso se lo ocultaba a mis médicos, pero por dentro me sentía muy frágil. Una vez que salí de aquella situación, comencé a correr cada vez más distancia y así descubrí el mundo del ultra running” comenta Grinius en una entrevista con su patrocinador.
Fue entonces cuando, en 2014, Grinius se dio a conocer por todo lo grande: llegó en 5º lugar en el Ultra Trail Mont Blanc de aquel año y se comenzó a hablar de un corredor que tenía buenas maneras: sólido, fuerte física y mentalmente.
“Para mí también fue una gran sorpresa acabar 5º en aquella carrera, sobre todo teniendo en cuenta que era mi primera prueba de 100 millas. Mi objetivo era entrar entre los 20 primeros, así que hacer un 5º puesto fue algo enorme para mí” reconocía Gediminas.
La clave de su éxito, según el propio Grinius, se basa en que “todo mi tiempo libre lo dedico a correr y a las montañas. Me encanta pasar tiempo en la naturaleza con mi familia, enseñandoles lo que realmente importa en el mundo. Cuando corro me siento real, no hay máscaras, soy sólo yo. Me recuerda a la meditación y es algo con lo que estoy comprometido. Y también soy algo obsesivo y estoy un poco loco”.
Tras dos temporadas rondando su objetivo, en este 2016 conseguía llevarse el título mundial, logrando grandísimos resultados, como un podio en el UTMB o la Transgrancanaria, que lo colocan como uno de los grandes corredores europeos de larga distancia por montaña. La de Gediminas es una historia de cómo la montaña y el trail son escenarios en los que, de momento, todo es posible.