Hace unos meses Fernanda Maciel completo un reto histórico al convertirse en La mujer que más rápido completaba El Camino de Santiago corriendo; además, el trasfondo de ese desafío no podía ser mejor: ayudar a dos asociaciones –una brasileña y otra española- que se dedican a apoyar a niños que padecen cáncer. (Aquí puedes leer la entrevista sobre ese proyecto).
Tras completar ese proyecto, la corredora afincada en Catalunya se fue a Brasil con otro reto debajo del brazo, seguir con sus “White Flow” en su país natal, esta vez como forma de poner de manifiesto que las favelas pueden ser un sitio más seguro que años atrás. Para ello, eligió una de las que más fama negativa tienen de la ciudad de Río de Janeiro, la Favela da Rocinha.
Con la ayuda de un corredor de la favela, Fernanda diseñó un recorrido que la llevara desde el punto más bajo hasta el más alto, y es que las favelas suelen estar situadas en las laderas de una montaña; al final, el recorrido la llevó a completar 4,2 kilómetros y 400 metros de desnivel positivo que finalizó en poco más de 25 minutos.
Durante este trayecto, Fernanda tuvo que hacer frente a las peculiaridades del terreno de estas construcciones, con calles muy estrechas, cientos de escaleras y las aglomeraciones propias de la época del carnaval, que justo se celebraba cuando Maciel estaba en pleno desafío.
Charlamos con Fernanda sobre este proyecto y aquí os dejamos la entrevista con la coredora brasileña:
¿Cómo surgió la idea de correr a través de una favela?
Toda favela brasileña está en una montaña. Desde el alto de una gran favela siempre hay las mejores vistas o paisaje. Practiqué cuatro años de “capoeira” (lucha y baile de negros) dentro de la favela, al lado de mi casa, cuando aún vivía en Brasil. Con 18 años daba clases de “capoeira” para los niños de la favela. Me encanta estar con la gente de allí, aunque sepa que algunos son peligrosos porque tengo amigos de la favela que han estado presos, otros ya muertos.
Es una gente que vive en el mundo de las drogas, armas y de mucha pobreza, pero es una gente muy alegre, incansable, de espíritu fuerte y que lucha para vivir en paz. El año pasado la policía hizo un muy buen trabajo en las favelas de Río de Janeiro, matando con sus ametralladoras a todos los jefes de la mafia criminal. Me apetecía mirar eso desde cerca, corriendo por esa “pequeña montaña”.
¿Qué objetivos tenías con este proyecto?
Vivir y enseñar a la gente que hoy hay paz, se puede caminar o correr dentro de la favela y los niños de allí pueden tener un futuro mejor. Hay buenos proyectos deportivos para niños, estuve con algunos de ellos y he intentado enseñarles la técnica de correr en subidas. Rocinha era la más grande y peligrosa favela en Brasil, con más de 800.000 m2 de área y 56.000 habitantes. Hoy, con la ayuda de la UPP (Unidad Policial de Pacificación), personas pueden caminar, correr o visitar la favela, con la oportunidad de mirar unas de las vistas más bonitas de Rio de Janeiro. La UPP trabaja para mantener el control contra el porte de arma, drogas y su comercialización.
¿Qué diferencia hay, a parte de la de la ruta, con el primer White Flow?
White Flow – Camino de Santiago fue un proyecto deportivo y solidario donde he ayudado a los niños con cáncer. White Flow- Rocinha ha sido un proyecto deportivo donde me apetecía enseñar que hoy dentro de las favelas hay paz, proyectos deportivos, senderos y rutas bonitas con vistas estupendas. Una favela es una pequeña montaña.
¿Cómo fue la experiencia de correr por un sitio tan desfavorecido?
He empezado por la calle principal donde tenía aceite derramado, una dificultad muy grande en correr por allí. Muchos coches, motos y gente paseando, pues era día de carnaval. Los “becos” (pequeños pasadizos) con largas escaleras también son duros de subir y para llegar a los picos de la favela, había estrechos senderitos con piedras mojadas. Al final me salieran 4,8km con 400m de desnivel positivos en 25min. Una dura subida vertical pero con unas vistas increíbles de Rio de Janeiro. La favela de Rocinha tiene mucha vida y está rodeada por la mata atlántica con vistas al mar.
¿Qué mensaje quieres mandar con este proyecto?
Brasil, donde he vivido gran parte de mi vida, está en una gran evolución económica, política y cultural. Quiero mucho a la gente negra y pobre de allí. Saber que hoy hay paz y no hay tráfico de armas dentro de esas pequeñas montañas llenas de gente es un gran éxito. Que ese proceso siga adelante.
¿Tienes en mente más proyectos como este o el del Camino de Santiago?
Mi próximo proyecto será por un record mundial femenino, nada que ver con los últimos proyectos. Pero espero no parar con los proyectos White Flow porque me llenan mucho, mucho más que tan solo correr.

