Kilian Jornet se ha llevado el Kilómetro Vertical de la Limone Extreme este fin de semana y le ha puesto su nombre a las tres Copas del Mundo de Skyrunning 2014 (modalidades Ultrasky, Skyrace y Kilómetro Vertical). Es el primer deportista que corona las tres disciplinas en una misma temporada.
“El nivel era muy alto pero me he encontrado muy bien, preparaba la carrera desde hace tiempo”, explicaba tras la victoria de este fin de semana. “El objetivo era ganar en las tres disciplinas y a principio de temporada parecía una meta realista. A medida que avanzaba empecé a notar que iba más flojo en alguna y no fue hasta la mitad cuando vi que estaba bien en todo y me centré en este triple objetivo”, confiesa.
«Necesito silencio y soledad, al final de la temporada tengo ganas de desconectar”
La prueba que le ha dado esta victoria tan redonda ha sido también la que más difícil le ha resultado. En la entrevista tampoco se olvida de la presión, aunque asegura que la victoria no le obsesionaba porque aún tiene por delante varios años para cerrar los retos que puedan quedarle pendientes. Al término de la temporada sí que acusa el cansancio físico y el psicológico, ese que se genera después de meses de viajes a las carreras y baños de multitudes. “Yo necesito silencio y soledad de vez en cuando, así que a final de temporada tengo ganas de desconectar”.
Kilian confiesa que la preparación para las tres disciplinas de la Copa del Mundo de Skyrunning le ha enseñado a conocerse y a mejorar algunos puntos. ¿La clave del triplete? “Todo es correr por montaña, pero las careras largas tienen una parte más de resistencia, las cortas de técnica y el kilómetro vertical es más un esfuerzo anaeróbico. Son distintas disciplinas pero como entreno variado, puedo estar bien en todas”.
“Hay días que no te apetece entrenar, sobre todo si hace mal tiempo”
Su media oscila entre las veinte y las treinta y cinco horas semanales de preparación, en invierno con esquís y en verano corriendo. “Sigo las sensaciones, llevo años entrenando, he estudiado INEF y sé qué necesito hacer para llegar bien a las carreras”. Esto no implica que, a veces, salir de casa se convierta en una obligación que requiere el mono de trabajo: “Hay días que no te apetece entrenar, sobre todo si hace mal tiempo”. Otros, es al revés. “Si hace bueno, lo difícil es no salir. Hay días de descanso que quieres hacer poco pero, como hace bueno, acabas con tiradas largas”.
La duda que siempre gira alrededor de Kilian, la de si es alpinista o corredor, él la resuelve con una respuesta también repetida: cada mañana te tienes que levantar y pensar qué quieres ser, no ponerte una etiqueta antes. Después de doce años compitiendo y repitiendo circuitos y entrenamientos similares, quizá le haya llegado el momento de cambiar su cartel. No quiere dejar la competición porque le aporta mucho, pero sí reenfocar las motivaciones hacia proyectos alpinos.
“Estoy preparado para bajarme de la montaña de la competición»
¿Y si un día pierde la motivación? “Estoy preparado para bajarme de la montaña de la competición, aunque uno no sabe cómo va a reaccionar hasta que llega el momento. Llevo muchos años compitiendo, le he dado la vuelta a todo lo que quería hacer y ahora voy a seguir compitiendo pero no de la misma manera. Hay cosas que también me motivan y quiero sacar tiempo para ellas”, explica.
Detrás del icono Kilian pisan fuerte otros atletas que quizá despunten en breve. Y él, se alegra: “El deporte es ver cómo la gente sube fuerte. Me da placer ver cómo la gente joven gana. Somos parte de una cadena muy larga y cada uno tenemos nuestro momento. Eso es lo bonito”.
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